Este fin de semana habrá subida de temperaturas, aunque serán normales para esta época del año
28 jun 2019 . Actualizado a las 00:34 h.Mientras el resto de España y el norte de Europa se derriten, en Galicia seguimos con la chaqueta puesta. La ola del calor no ha podido traspasar las fronteras gallegas. «Estamos entre o Mediterráneo e o Atlántico. Pola zona mediterránea, e collendo boa parte da Península, cóase ese aire cálido que vén do norte de África. Pero nós temos posicionada unha borrasca con aire frío que, para que se entenda ben, estase facendo forte e impedindo que pase ese aire cálido que campa ás súas anchas polo centro e o leste peninsular pasando a Francia», explica María Souto desde MeteoGalicia. «É curioso, porque ese mesmo fenómeno que estamos a ter aquí tamén se dá en todo Portugal. É dicir, a diferenza está entre leste e oeste, non entre norte e sur», matiza.
Ese aire frío que nos ha convertido en el oasis de frescor del país se está retirando poco a poco. Esto tendrá dos consecuencias de cara a este viernes y el fin de semana. Por un lado, permitirá que el aire cálido llegue y que suban los termómetros. Por otro, la retirada de la borrasca hace que la atmósfera se vuelva más estable. Siempre que hablamos de aire frío, hay inestabilidad en forma de chubascos y tormentas. A partir de mañana, tendremos un tiempo más estable, seco y cálido.
«A vaga de calor non vai entrar en Galicia. Estamos rodeados de alertas vermellas no norte peninsular, en puntos do País Vasco, Aragón, Cataluña... Pola contra, aquí o único que notaremos nos vindeiros días é un ascenso térmico dentro do normal para esta época do ano, pero moi lonxe de activar nada», asegura la experta.
Hay que recordar que para que exista un aviso por ola de calor tiene que haber temperaturas muy altas por el día, pero también noches en las que no se bajen de los 20 grados. Por ejemplo, este mismo jueves algunas localidades de Navarra, Baleares y el País Vasco se despertaron con temperaturas por encima de los 30 grados. A las siete de la mañana el municipio navarro de Cáseda marcaba 32,3. Por el contrario, en la estación meteorológica de Xinzo de Limia, en Ourense, se registraron a esa misma hora las temperaturas más bajas de todo el país con 9,1 grados.
Fin de semana estable
«A partir deste venres teremos vento de compoñente norte, que o que fai é darnos moito contraste de temperaturas. Teremos dúas zonas moi diferenciadas: a franxa máis norte estará afectada polo vento e os termómetros, probablemente, non subirán dos 20 graos, con nubes pola mañá, abrindo claros pola tarde; a medida que perdemos esa influencia e nos metemos cara ao interior e o sur de Galicia, as temperaturas irán en aumento. Subirán de forma progresiva o sábado e, sobre todo, o domingo. Situaranse por riba dos 30 graos, e acadando os 35 en puntos de Ourense, sur de Pontevedra e sur de Lugo. Será unha fin de semana de verán normal», cuenta María Souto. En resumen, las temperaturas máximas que se esperan en la provincia de A Coruña rondarán los 21 grados y en Lugo podrán llegar hasta los 28. Para Vigo y Pontevedra, la predicción está en rojo para el domingo cuando rozarán los 30. El punto caliente será Ourense con las máximas de Galicia superando los 35 grados todo el fin de semana.
Pero la estabilidad tampoco durará mucho tiempo. La semana que viene volveremos a un ambiente de tormenta. Calor, bochorno y posibilidad de chubascos de tipo tormentoso. A partir del lunes, regresará el tiempo inestable, ya que Galicia se volverá a quedar con aire cálido en superficie y frío en altura. «A probabilidade de chuvascos será alta en calquera parte da comunidade; iso si, maior nas zonas do interior», confirman desde MeteoGalicia.