La hermana del rey Felipe VI ha disfrutado lejos de Urdangarin con varios amigos, entre los que estaba el famoso actor
18 may 2022 . Actualizado a las 17:00 h.Las últimas imágenes que habíamos visto de la infanta Cristina transmitían cierto aire de melancolía. Su semblante serio se había convertido en una constante, sin embargo, ya pudimos verla con una amplia sonrisa en la visita a su padre, el rey emérito Juan Carlos, junto a sus hijos, su hermana y sus sobrinos. Una sonrisa que ya parece haber recuperado lejos de Iñaki Urdangarin. La revista Semana publica en exclusiva su escapada a Madrid durante la que ha disfrutado de sus amigos.
Cristina acudió a casa del abogado Antonio Camuñas y de María Escudero para celebrar un cumpleaños. Allí coincidió con otro célebre invitado, el actor Antonio Resines que fue acompañado por su esposa, Ana Pérez-Lorente. Ana es amiga de las infantas y del rey Felipe, a los que conoce desde la infancia. Recientemente, el propio intérprete contaba que se escribe con ellas por Whatsapp y que se habían interesado por su estado de salud durante su grave convalecencia por el covid.
En las fotografías se aprecia una sonrisa constante en el rostro de la infanta después de haber disfrutado de la noche en compañía de sus amigos a los que está recuperando después de su mala racha y de que se hiciera pública por sorpresa la nueva relación de su todavía marido con la que era su compañera de trabajo, Ainhoa Armentia.
Parece que poco a poco va recuperando las riendas de su vida. En la revista Lecturas, Pilar Eyre habla de que está pasando página gracias a ayuda psicológica y a su fuerza de voluntad. Y es que durante el cuarto de siglo que la infanta ha estado casada con Iñaki siempre se le ha mostrado su respaldo sin fisuras. Incluso se quedó a su lado cuando el exjugador de balonmano se vio envuelto en una serie de delitos que terminaron llevándolo a prisión. Por eso se entiende que la separación definitiva esté resultado especialmente dolorosa.
Durante su estancia en Madrid, también ha visitado a su íntimo amigo Lorenzo Caprile y ha recibido un homenaje por parte del Comité Olímpico Español, su primer acto público en años. Fue en un acto en el que se hacía un reconocimiento a los participantes en los Juegos de Calgary y Seúl de 1988, en los que Cristina desfiló como abanderada de la delegación española. «Es algo indescriptible el poder está ahí con todo el equipo, fruto del trabajo de tantos años de preparación», dijo durante su intervención.
Allí habló con todos, escuchó a muchos y, sobre todo, sonrió ampliamente en todo momento. La periodista deportiva Paloma del Río contaba que «Cristina es la más cercana de la familia, es muy simpática, no se lo tiene creído». Vestida en tonos claro (pantalón blanco y blusa rosa), lucía una cuidada imagen, con manicura roja, tacones y un collar con los aros olímpicos junto a otro con las iniciales de sus hijos.