El gallego Lluís de la Riva llega a la final de «MasterChef»: ¿Quienes son los cuatro finalistas?

R.C.

SOCIEDAD

Eneko, Pilu, Álex y Lluís (de izquierda a derecha) son los finalistas de «MasterChef 11»
Eneko, Pilu, Álex y Lluís (de izquierda a derecha) son los finalistas de «MasterChef 11» RTVE

La última gala del «talent show» se emite esta noche en La 1 de TVE a las 22.55 horas

19 jun 2023 . Actualizado a las 17:27 h.

Galicia se ha colado en la final de MasterChef 11. Pese a que la actual edición del talent show culinario no pasó por la comunidad —la última ocasión fue la polémica prueba de exteriores en A Coruña en el 2021—, sí que ha contado en todo momento con la esencia gallega en plató gracias a la participación de Lluís de la Riva. El coruñés fue el segundo en clasificarse para la esperada gala, que se emite esta noche en La 1 de TVE a las 22.55 horas, en la que se medirán los cuatro mejores concursantes. ¿Quienes son los finalistas de MasterChef?

Lluís

Lluís de la Riva tiene 27 años, es licenciado en Derecho, trabaja como consultor en una empresa de Recursos Humanos buscando perfiles directivos y ejerce de modelo. Aunque reside en Madrid desde hace años, nació en A Coruña, algo que lo ha marcado hasta el punto de ver su participación en el programa como una «oportunidad para darle un cambio a mi vida y poder hacer algo frente al mar». Además, ha hecho gala de su origen coruñés en una reciente publicación de Instagram, en la que se le puede ver paseando por la playa de Matadero y que lleva por título «Home».

Su paso por el programa ha estado marcado por la calma. Tanto, que los jueces llegaron a pedirle más ritmo en más de una ocasión e incluso ha hecho sufrir a algún compañero que lo veía desde el balcón cuando se enfrentaba a las pruebas de eliminación. Esta fue una de las razones que lo llevó a explotar contra los jueces. «Tenéis diferentes varas de medir», acusó cuando criticaron el plato que había preparado en una prueba de exteriores realizada en Vejer de la Frontera:  «Me chocó cuando me dijiste que subiera una marchita más cuando creo que esa marchita no era necesaria para sacar lo que se me había exigido, y que esa tranquilidad que a veces reflejo cocinando no tiene nada de negativo».

Parece que esa serenidad finalmente ha jugado en su favor y ha logrado el ansiado pase a la final de MasterChef 11, programa al que llegó tras conquistar a Jordi, Pepe y Samantha con un risotto de pluma ibérica con boletus y trufa. Aspira a abrir un negocio «en algún sitio de Asia», hasta donde asegura que llegará con su novia «de la mano». Dice que no entiende la vida sin su familia ni sus amigos y le gusta disfrutar en su tiempo libre del deporte, la naturaleza y las escapadas.

Eneko

Es uno de los grandes favoritos para ganar MasterChef 11. Tanto para los jueces, que han alabado su buen hacer en el cocina, como para sus compañeros, que lo han señalado como ganador en más de una ocasión. Eneko Fernández, de 38 años y natural de Zaragoza, se ha visto beneficiado por sus tablas como exfutbolista profesionaljugó en equipos como el Real Oviedo—, una profesión que le ha enseñado a trabajar bajo presión y le ha otorgado la disciplina necesaria para dedicarse a la gastronomía. Sin ir más lejos, se ganó el pase a la final tras firmar una de las mejores dobles capitanías —prueba en la que los concursantes deben ponerse al frente de dos equipos a la vez— de la historia del programa, según Pepe Rodríguez.

 Además de despuntar en la cocina, en la que ha demostrado una gran capacidad de aprendizaje y siempre ha sabido encajar las críticas, lo ha hecho como compañero. En una edición con más concursantes que nunca y que no ha estado exenta de polémica, ha sido un gran apoyo para los participantes más jóvenes, como Alex o Luca. Lejos de caer en problemas de convivencia, ha pecado de exceso de compañerismo, algo que ha llegado a perjudicarlo al no tomarse el talent show como una competición.

En lo personal, Eneko parece estar viviendo uno de sus mejores momentos. Algo que quedó reflejado en la semifinal con la visita de su mujer, embarazada, y sus dos hijas al cocinado inicial. Consiguiendo remover la emoción de los espectadores y el jurado, el exfutbolista se dirigía a su pareja para declararle: «Si estoy aquí es gracias a ti».

Pilu

 Es la personificación de la evolución en MasterChef 11. Pilu Cuenca, de 24 años y natural del Puerto de Santa María, trabaja como controladora aérea. Aunque su paso por el concurso ha sido como una montaña rusa, su perseverancia y autoexigencia la llevaron a destacar en las últimas galas, garantizándole un puesto en la ansiada final. «Echo la vista atrás, y aún sigo sin creérmelo», compartía en una publicación de Instagram: «Tres meses desde el primer día que entramos, muchísimos cocinados, invitados, exteriores, mucho trabajo, estudio, muchas risas, y también llantos, cuánto me ha costado mostrar mis sentimientos, ¡pero que bonito ha sido!».

 Su fuerte carácter y el valor que otorga al esfuerzo han sido precisamente las piedras con las que se ha tropezado a lo largo del concurso, llegando a enfrentarse a los jueces en alguna ocasión. «No me pico, escucho y lo aplico. Pero hay a veces que no sé que buscáis. Porque por esfuerzo y ganas no será. Llevo aquí un tiempo y no he escuchado aún una valoración buena», llegó a decirle a Jordi tras no encajar bien una crítica. Sin embargo, pese a su corta edad, ha demostrado que una vez superado el pronto, trabaja duro al frente a los fogones.

Alex

El niño prodigio de MasterChef 11. Alex, estudiante de cocina de Barcelona de 19 años, ya tiene tablas en el talent show culinario más longevo de la historia de la televisión en España. Y es que el joven fue semifinalista en MasterChef Júnior 4. «Desde que salí me di cuenta que quería dedicarme a esto», dijo cuando pasó el cásting, en el que también participaron otros dos exaspirantes de la edición infantil, sin la misma suerte.

Su pasión por la cocina y sus ganas de coronarse en la final, a las que se suman su formación y técnica culinaria —incluso se ha lucido con elaboraciones de vanguardia—, han sido sus grandes bazas durante el concurso. Ha recibido numerosos halagos de los jueces e incluso de algunos de los chefs invitados, que han visto su potencial como cocinero. Sin embargo, su edad ha jugado en su contra a la hora de asimilar las críticas o de afrontar un cocinado en el que las cosas no salían como él planeaba. No en vano, Alex llegó al MasterChef con el objetivo de cumplir su sueño: ser cocinero profesional.