La riqueza molinera del río Medio

SOCIEDAD

MARCOS MIGUEZ

Miño va por la segunda restauración de los molinos del río Medio, con los que reivindica el patrimonio y construye una ruta que permite conocer una labor casi extinguida en un recorrido de poca dificultad

06 sep 2023 . Actualizado a las 09:11 h.

Dependiendo de las estaciones, un recorrido por la Ruta dos Muíños do Río Medio, situada en Miño en la frontera que dibuja con Vilarmaior, hace deambular por un espacio pictóricamente impresionista en donde los contornos de la naturaleza se difuminan. Es un recorrido fácil, que no requiere de mucho tiempo y que solo, en su parte final, adolece quizás de una mejor señalización. También es engañoso. La ruta es más amplia de lo que recogen los carteles que ayudan al senderista y que ponen nombre a los primeros molinos que se pueden encontrar en las orillas de este afluente del río Lambre: de A Graña, de Albeiro, de Amado y de Miño. Los vecinos aportan más datos y proponen seguir el río para encontrar dos estructuras más, ruinosas, que permiten ampliar un poco más esta propuesta y también añaden aventura al recorrido.

El trayecto se inicia en la antigua minicentral de Güimil, que también ha sido rehabilitada y puede resultar un buen refugio en caso de lluvia.

MARCOS MÍGUEZ

A partir de ahí y en un recorrido de menos de unos 1,5 kilómetros un sendero permite ver cascadas y encontrar media docena de pequeños molinos. A parte de ellos se les cambió recientemente la cubierta y salvaguardan en su interior, en algunos casos, incluso las antiguas ruedas. En los últimos tiempos y tras reconducir acciones de vandalismo que afeaban el conjunto, se ha mejorado el puente de madera que permite sortear el río, instalado escalones en la parte que resultaba más complicado ascender, tras el segundo edificio, y mejorado una canalización de agua.

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Los molinos rehabilitados han sobrevivido con distintas grados de conservación y los dos últimos, siguiendo el curso del río se encuentran en un paraje en el que no se ha intervenido. Tras verlos es necesario volver un poco sobre los pasos para encarar el ascenso en la parte final. En ese tramo ya no acompaña el bosque de ribera, sino que se atraviesa un área ya cultivada, donde aparecen pinos y eucaliptos, y desde la que se llega a un camino ya asfaltado que conduce a una cuidada capilla de Nosa Señora de Guadalupe, que se marca como fin de una ruta singular y tranquila.

Acceso

Desde Ponte do Porco, por la DP-4804.

A tener en cuenta

En el recorrido vale la pena parar en el puente medieval sobre el Lambre, con leyenda incluida de Roxín Roxal.