Aunque se mueva, sale en la foto

Jorge Mira CATEDRÁTICO DE ELECTROMAGNETISMO

SOCIEDAD

Anne L`Huillier, felicitada por sus alumnos y compañeros en la Universidad de Lund donde la noticia del Nobel le llegó mientras daba clase
Anne L`Huillier, felicitada por sus alumnos y compañeros en la Universidad de Lund donde la noticia del Nobel le llegó mientras daba clase Ola Torkelsson | EFE

04 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El que se mueva no sale en la foto. Esa frase mítica de Alfonso Guerra necesita una acotación: no sale en la foto (o sea, sale borroso) si se mueve demasiado rápido como para que la cámara no pueda captarlo. Pero si la cámara tiene una velocidad de obturación lo suficientemente rápida (más rápida que el movimiento que quiere captar), la imagen de una persona corriendo sale nítida. La mayoría de los procesos que podemos imaginar en la naturaleza, desde los enlaces químicos o el funcionamiento de los chips de nuestros aparatos electrónicos, hasta la fotosíntesis, funcionan porque hay electrones que se mueven. Desde hace mucho tiempo se ha soñado con poder conocer al extremo ese movimiento de los electrones en la materia. Pero claro, el problema era tener un obturador lo suficientemente rápido para pillarlos. El meneo de un átomo se produce en la milbillonésima parte de un segundo (femtosegundo), y ya se puede ver gracias a extraordinarias técnicas láser (ya premiadas con el Nobel hace años). Pero el electrón es aún más rápido, su meneo se produce en un rango de una trillonésima de segundo (attosegundo) y salían borrosos… hasta los avances conseguidos por estos tres físicos europeos (Huillier es la quinta mujer en la historia del Nobel de física) entre finales de los años 80 y principios de este siglo. Estamos ante unas escalas de tiempo asombrosas: la cantidad de attosegundos que hay en un segundo es similar a la cantidad de segundos que han pasado desde el nacimiento del Universo (13.700 millones de años). Ahí ya no podemos pensar en el electrón como en una bolita, sino como en una ola (¡si Heisenberg levantase la cabeza!). La hazaña científica es de tal calibre que ya estaban de primeros en las quinielas que todos los años se hacen de posibles ganadores del Nobel.

Conocer la dinámica de los electrones a esa escala de tiempos está ya abriendo muchas puertas para comprender procesos fundamentales en ciencia de materiales, pero el sueño que se vislumbra en el horizonte es poder alterar esa dinámica y tener así la capacidad de manipular ese funcionamiento último de la materia para que haga lo que queramos.