Así lo prueba un estudio en el que se realizó un seguimiento durante dos años a un grupo de pacientes con episodios depresivos
17 ene 2024 . Actualizado a las 18:07 h.Una nueva investigación colaborativa del CIBER pone de manifiesto los beneficios que una intervención con dieta mediterránea enriquecida con aceite origen virgen extra (AOVE) podría tener en pacientes con episodios depresivos. El estudio publicado en la revista Nutritional Neuroscience ha sido coordinado por Almudena Sánchez-Villegas, investigadora del área de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN), del Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra y la Universidad Pública de Navarra y tiene como primera firmante a Beatriz M. Cabrera-Suárez del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín.
También ha contado con la colaboración por parte del CIBER de Ana González-Pinto, jefa de grupo y directora científica del área de Salud Mental (Cibersam), perteneciente a la Asociación Instituto de Investigación Sanitaria (IIS) Bioaraba y jefa de Servicio del Hospital Universitario de Álava.
La depresión es un reto creciente para la salud pública mundial porque se trata de un trastorno mental común en todo el mundo que puede aparecer hasta en edades tempranas (incluso en niños de tres años) y además, es una de las principales causas mundiales de deterioro de la calidad de vida. Hasta ahora, ningún estudio previo había evaluado el efecto de una intervención personalizada con dieta mediterránea añadida a la atención habitual sobre la reducción de los síntomas de pacientes recuperados de una depresión.
Los resultados del estudio arrojan esperanza en nuestro país donde las cifras de personas que sufren depresión asciende a 6 millones de personas, afectando a un 8.9 % de los hombres y a un 16.5 % de las mujeres y, al contrario de otras enfermedades, su incidencia está aumentando en las últimas décadas.
Por su parte, la dieta mediterránea se considera actualmente uno de los modelos dietéticos más saludables del mundo. Este patrón dietético es un factor de estilo de vida modificable que podría influir en la aparición, el desarrollo y el pronóstico de la depresión. De hecho, varios estudios observacionales han descrito una relación entre una alta adherencia a la dieta mediterránea y un menor riesgo de depresión.
Los resultados del presente estudio, que ha contado con la financiación del FIS (Fondo de Investigación en Salud) revelan de manera concluyente que la adopción de este patrón alimenticio que incluye la dieta mediterránea enriquecida con aceite de oliva virgen extra puede conducir a una notable reducción en la manifestación de síntomas depresivos, brindando así nuevas perspectivas sobre la influencia de la alimentación en la salud mental. Este hallazgo no solo resalta la importancia de la nutrición en la salud emocional, sino que también sugiere la viabilidad de estrategias basadas en la dieta para complementar enfoques más tradicionales en el tratamiento de la depresión.
Metodología
El objetivo principal de este estudio fue evaluar el efecto de una intervención de dos años con dieta mediterránea enriquecida con aceite de oliva virgen extra (AOVE), además de la atención habitual, sobre la reducción del riesgo de recurrencia y la mejora de los síntomas depresivos en pacientes que habían sufrido depresión en anteriores ocasiones.
El personal investigador trabajó con 52 hombres y 144 mujeres de entre 18 y 86 años que habían sufrido al menos un episodio de depresión en los últimos cinco años y que se encontraban en una fase de remisión clínica total o parcial en los últimos seis meses. Los participantes en el estudio fueron asignados aleatoriamente a uno de los dos grupos (dieta mediterránea o control) una vez que los especialistas incluyeron sus datos en un sistema centralizado de gestión de datos. Se tuvieron en cuenta varios factores de estratificación para la asignación aleatoria: sexo, grupo de edad (<65 años o ?65 años) y centro de reclutamiento. Al inicio del estudio, el equipo de psiquiatras y psicología no conocían la asignación de los participantes, siguiendo las directrices CONSORT para ensayos aleatorizados con el fin de evitar sesgos de selección.
La investigadora Sánchez-Villegas comenta que «es la primera vez que se realiza una evaluación a largo plazo de una intervención dietética, incluyendo seguimiento y período de intervención de dos años, en este tipo de pacientes. En este sentido, observamos que la efectividad de la intervención con dieta mediterránea sobre los síntomas de la depresión se mantuvo en el tiempo».
Por su parte, Ana González-Pinto incide en que «las intervenciones nutricionales de la dieta mediterránea, que son intervenciones seguras y económicas, parecen ser una gran herramienta para la prevención de la depresión secundaria si sus propiedades preventivas se confirman en futuros ensayos clínicos en el trastorno depresivo mayor».