Los problemas de salud de la casa real británica siembran dudas sobre la capacidad de la institución para cumplir con sus funciones
23 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Con mal pie. Así ha comenzado el año 2024 para la casa real británica. En lo que va de enero se ha informado que tres de sus miembros, dos de ellos principales, presentan problemas de salud que los han obligado u obligarán a pasar por el quirófano con urgencia. Unos anuncios que están sembrando dudas sobre la capacidad del actual modelo de monarquía impuesto por el rey Carlos III, con menos miembros en activo, de ejercer su rol de representación del Estado, en virtud de los numerosos compromisos que han sido cancelados y los que están en riesgo de correr esa suerte.
El pasado 17 de enero el Palacio de Buckingham anunció que el monarca será intervenido por un «agrandamiento de la próstata» esta misma semana. Y a los pocos minutos, en un hecho sin precedentes, el Palacio de Kensington anunció que la princesa de Gales, Kate Middleton, había sido hospitalizada para realizarle una cirugía abdominal.
A esto se ha sumado la noticia este pasado fin de semana de que Sarah Ferguson, exesposa del príncipe Andrés y duquesa de York, padece un tipo de cáncer de piel «muy agresivo». El año pasado Ferguson se sometió a una mastectomía, luego de que se diagnosticara cáncer de pecho.
Buscando calmar los ánimos
Desde Buckingham han asegurado que el monarca no padece nada que «no afecte a miles de hombres al año» y aseguraron que su condición es «benigna»; es decir que no es cancerígena. «Él está bien y deseoso de volver a trabajar», aseguró este lunes la reina Camilla, durante una visita a Swindon (a 130 kilómetros al oeste de Londres). Las palabras de la esposa de Carlos III buscaron disipar cualquier sospecha sobre el estado del soberano, quien en noviembre cumplió 75 años. En los últimos años solamente las manos del rey han dado motivos para hablar de su salud, debido a que lucen permanentemente hinchadas y en enrojecidas; y, por ello, él mismo ha comparado a sus dedos con «salchichas».
Se asegura en cuestión de semanas el monarca retomará su agenda. Más delicado, sin embargo, parece ser la condición de la esposa del heredero al trono, el príncipe Guillermo, de quien solo se ha informado que fue sometida a una «operación abdominal planificada». El anuncio de que la princesa permanecerá internada en el London Clinic, un exclusivo hospital privado de la capital británica, por dos semanas y de que su agenda ha sido despejada hasta después de Semana Santa han desatado las especulaciones.
«Me preocupa esto, porque casi todas las operaciones abdominales que se me ocurren (un tumor benigno, una hernia o un procedimiento ginecológico) luego de un día estás en tu casa. Me preocupa que se haya producido una complicación o una infección», declaró el doctor Mark Sidwell a la cadena Sky News.
¿Quién cuida el trono?
Más allá de la condición de los miembros de la realeza, en particular de Carlos III y su nuera, la noticia de que el príncipe Guillermo reducirá también sus compromisos, para así atender a sus tres niños (los príncipes Jorge, Carlota y Luis) y a su esposa, ha hecho surgir la duda de quién tomará el timón durante la convalecencia del rey, en particular durante las horas en las que esté sedado. Y también está poniendo a prueba si el actual modelo de una monarquía con menos miembros en activo es funcional.
Abogados constitucionalistas y expertos en la realeza citados por los medios locales han dicho que, en caso de necesitarse, se convocará al Consejo de Estado y esa instancia designará a quien representará al monarca mientras este se recupera.
El Consejo de Estado está integrado por la reina Camilla, el príncipe Guillermo, el hermano de menor de este, Enrique; así como por los hermanos del rey: la princesa Ana y los príncipes Andrés y Eduardo. Se da por descartado que Andrés y Enrique sean llamados, porque ya no ejercen roles activos dentro de la casa real, por lo que en principio Camilla asumirá las riendas temporalmente.
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