Naiara, la «chonija» que estuvo a punto de cantar en la Panorama y acabó como ganadora de «OT 2023»
SOCIEDAD
La zaragozana se ha mantenido todo el concurso como una de las grandes favoritas para ganar por su virtuosismo vocal, su presencia escénica y un carisma innegable
20 feb 2024 . Actualizado a las 16:26 h.«Siempre soy la que da la nota», decía Naiara en su vídeo de presentación de OT 2023. No fallaba entonces, ni falló en ningún momento de todo su concurso. La zaragozana de 26 años siempre dio la nota exacta, con un virtuosismo vocal y una presencia escénica a los que solo puede aspirar quien, durante años, ha hecho callo en esa sufrida cantera que son las orquestas. Un «escándalo vocal», como la ha definido Mamen Márquez, que le ha valido para convertirse en la flamante ganadora de OT 2023 con el 49 % de los votos. Su victoria —con el mayor porcentaje de las ediciones recientes— era lo esperado. Y tampoco hubo sorpresas en el podio final: lo completaron Paul Thin, segundo, y Ruslana, tercera. Por su parte, Juanjo, Lucas y Martin, quedaron en cuarto, quinto y sexto puesto, respectivamente.
«Me he mostrado al cien por cien. No he podido ser más yo, con todas mis facetas. Estoy super orgullosa de lo que he construido y lo que he aprendido aquí», dijo ayer Naiara durante la Gala Final de OT. Forjada en las tablas de una gran orquesta de su tierra y de las mejores de España, Nueva Alaska, que ella lleva siempre en su corazón, a punto estuvo de dar un paso a esa primera división que son las orquestas gallegas. «La temporada pasada y la anterior, me habló Lito», confesó hace unas semanas, «fue un orgullo».
No se le puede negar el buen ojo al responsable de la orquesta Panorama, porque Naiara es una todoterreno sobre el escenario. También fuera de él.
Amante de los coches, una de las primeras cosas que hizo nada más salir en ese receso del concurso que hicieron en Navidad, fue coger su coche, un audi TT tuneado —of course— «con corazones en vez de los círculos del logo», para disfrutar de uno de sus pasatiempos favoritos en la vida: «conducirlo por el barrio, hacer mucho ruido, y chulear», le confesó a Abril Zamora. Y también para «hacer unos derrapillos», algo que demostró lo bien que se le da en el plató de Operación Triunfo con un cochecito de juguete.
Pero lo de derrapar lo reserva solo para el coche, porque durante todo el concurso, ni una vez ha derrapado la participante que nunca se bajó del carro de las favoritas. No extrañó a nadie que se llevase la mejor valoración numérica del jurado que le dio la primera plaza como finalista.
Lo que sí define más su paso su gran frase, también relacionada con el mundo del motor. «¡Acelera!», gritó en más de una ocasión, en lo que se ha convertido en la icónica llamada a las armas de sus fans.
Unas seguidoras que no han dudado en bautizarla como la chonija de España. Un mix, entre choni y pija, que también es buen resumen del eclecticismo de esta artista que es fan de Whitney Houston y Quevedo tanto como de Bad Gyal o Rosalía, a la que por cierto puede imitar a la perfección en su forma de hablar.
Una cantante que, dentro de su virtuosismo vocal, no ha dejado de demostrar una gran versatilidad, y tanto se puede marcar una Despechá maquinera subida a unos coches de choque como convertir el Tómame o Déjame de Mocedades en un inesperado éxito de reproducciones en Spotify. O cantando jotas como la mejor, como ha demostrado junto a su compañero, también mañico, Juanjo.
Si alguien ha servido coño en esta edición —si no sabes qué significa, es que no has leído nuestro indispensable diccionario de la Generación Z—, esa ha sido Naiara. Con sus brilli-brillis, sus transparencias y enseñando bien de carne y tatuajes, porque ella lo vale, imagínate no decir «Madre» cada vez que sale en pantalla.
Y, a pesar de todo, de los prejuicios que puede provocar a primera vista, no se le puede negar que tiene la cabeza bien amueblada. Naiara es mayor que la mayoría de sus compañeros en el concurso. Y bien que se ha notado. Con una actitud profesional, positiva, transparente y siempre trabajadora, ha evitado meterse en grandes berenjenales o malentendidos de cara al público, a diferencia de otros de los concursantes.
Empezó el concurso con Me Muero, de La Quinta Estación, y lo ha terminado con el Sobreviviré, de Mónica Naranjo. Porque Naiara no ha venido a este mundo a morir, ni a rendirse jamás. Ha venido a quedarse como la diva chonija que siempre estuvo destinada a ser.