La Aemet anuncia un otoño más cálido de lo normal y con menos precipitación
03 sep 2024 . Actualizado a las 13:41 h.La meteorología es una ciencia de sensaciones que suelen quedar en evidencia en cuanto se someten al rigor de las cifras. Septiembre representa un buen ejemplo. Actualmente goza de una fama bastante buena en el aspecto meteorológico. No son pocos los gallegos que eligen este mes para disfrutar de sus vacaciones dando muchas veces por sentado que el tiempo será favorable. Los registros climatológicos reconocen que en el contexto de calentamiento global, al igual que ocurre con otros meses calurosos del año, sí presenta una tendencia a ser más seco y sobre todo más cálido. Sin embargo, no ha perdido esa irregularidad que siempre lo ha caracterizado.
En lo referente a la precipitación, se aprecia una tendencia descendente que queda reflejada en la reducción en la cantidad mensual desde 1961. Por ejemplo, en la década de los 90 del siglo pasado, que fue especialmente húmeda, cayeron de media 112 litros por metro cuadrado, mientras que desde el 2010 esa media ha descendido hasta los 52. Esto no implica que todos hayan sido necesariamente secos. Sin necesidad de retroceder demasiado, en el 2022 y el 2023 llovió por encima de la media. Especialmente húmedo fue el año pasado. El valor medio acumulado en la comunidad fue de 117 litros. No caía tanta agua desde septiembre de 1999, el más lluvioso de la serie histórica de MeteoGalicia. Y a pesar de todo fue muy cálido, con una anomalía positiva (por encima de la media) de 1,3 grados. En lo que va de siglo XXI se observaron cuatro meses de septiembre más fríos de lo normal frente a 19 más calurosos.
Haciendo gala a su naturaleza cambiante, este año se comportará de forma inestable y con una probabilidad elevada de que al menos las próximas dos semanas sean algo más húmedas y frías de lo habitual, según informa la Agencia Estatal de Meteorología. Las primeras precipitaciones cayeron ayer, especialmente en la mitad norte. La previsión hasta el jueves anuncia una recuperación del anticiclón de las Azores. Dominarán las nubes y los claros, con el cielo más despejado en el sur, y con un ligero ascenso de las temperaturas máximas en las provincias de Ourense y Pontevedra, aunque sin grandes anomalías térmicas.
Para el viernes, los modelos prevén la llegada de una borrasca desde el norte que podría dejar lluvias localmente intensas en el litoral de Lugo y A Coruña durante la segunda mitad de la jornada. El fin de semana, el sistema de bajas presiones se desplazará hacia la mitad este de la Península, donde se esperan fuertes precipitaciones. Mientras, Galicia volverá a caer del lado anticiclónico, permitiendo que regrese la estabilidad atmosférica, pero con temperaturas discretas, por debajo de los 25 grados en toda la comunidad.
La Agencia Estatal de Meteorología también ha publicado su previsión estacional para el próximo trimestre. Reconoce una probabilidad del 60-70 % de que sea más cálido de lo normal. En cuanto a la lluvia apunta a una estación otoñal que se inclina por las anomalías negativas ya que hay un 40-50 % de probabilidad de que sea más seco de lo normal frente a un 20-25 % de que sea más lluvioso.
De Aitor a Wolfgang
El pasado 1 de septiembre también comenzó oficialmente la temporada ciclónica extratropical. Será la octava campaña consecutiva en la que se nombrarán aquellas borrascas que vayan a generar un gran impacto. «Pondremos nombre a las que obliguen a activar en amplias zonas avisos naranjas o rojos por vientos muy fuertes y naranjas o rojos por lluvias o nevadas intensas», apuntan desde la Aemet.
La agencia española forma parte del grupo suroeste del nombramiento de borrascas junto con Francia, Portugal, Bélgica y Luxemburgo. Hay nombres de todos esos países y se intenta que sean pronunciables en todos los idiomas. «Poner nombre a borrascas favorece una comunicación más efectiva ante temporales de viento, mala mar, lluvia y nieve», admite.