El ministerio asegura que los planes de gestión de las comunidades autónomas siguen vigentes
23 sep 2021 . Actualizado a las 21:07 h.La orden que incluye al lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre) ha abierto una guerra de competencias por la gestión del cánido entre la Consellería de Medio Ambiente y el Ministerio para la Transición Ecológica. La primera argumentó que, tras analizar el documento, entendía que los planes de gestión de las autonomías decaían, quedando todas las competencias en el Gobierno central. Pero este asegura ahora que eso no es así, que los planes siguen vigentes y que, por lo tanto, son las comunidades las que tienen que hacer frente a los daños que el lobo ocasiona a las explotaciones ganaderas.
«Los planes de gestión siguen plenamente vigentes, quedando anulados únicamente aquellos contenidos de los mismos que contradigan la normativa aprobada», argumenta el ministerio. Eso implica que, por ejemplo, no podrá realizarse la caza deportiva del cánido en aquellas comunidades al norte del Duero en las que hasta ahora estaba permitida. Sí se podrá, continúa Transición Ecológica, «seguir eliminando determinados ejemplares conflictivos, si no existe otra alternativa satisfactoria». Pero ello exige unos requisitos que ni los ecologistas ni la consellería consideran que sea posible cumplir.
Por otro lado, el ministerio también entiende que al elevar la protección del lobo no está adquiriendo nuevas competencias en su protección legal. «Las comunidades autónomas siguen siendo competentes en su gestión y conservación, lo que incluye pagos indemnizatorios que sea preciso realizar». Versión que contradice, por completo, la que solo un día antes daba la consellería de Medio Ambiente. Su titular, Ángeles Vázquez, aseguró que su departamento entendía que, al elevarse la protección del lobo y equipararse a otras especies en peligro de extinción, decaían por completo los planes de gestión de las autonomías y, con ellos, las ayudas para compensar los daños a los ganaderos y también para que estos instalaran sistemas preventivos contra los ataques. «A partir de agora o lobo ten outro estatus e só nos toca preservalo. Se mañá un gandeiro recibe o ataque do lobo non haberá maneira de que ningunha administración lle poida dar axudas», argumentó Vázquez.
Transición Ecológica, por el contrario, entiende que ahora las comunidades están más obligadas que nunca a subvencionar estos daños. Porque al extenderse la protección del lobo a todo el territorio nacional se incorpora en esos nuevos ámbitos territoriales la obligación de indemnizar los daños por parte de la administración, que adquiere una responsabilidad patrimonial que antes no tenía. Y es que las administraciones no son responsables de los daños que ocasiona la fauna salvaje.
Los ganaderos: «É un problema político, que o solucionen entre administracións»
Unións Agrarias ya se temía que la orden llevara a la guerra de competencias entre las administraciones, dejando desamparado al ganadero que, al fin y al cabo, es el que tiene que convivir con el lobo. El sindicato sostiene que «nos da igual quen teña as competencias, que o arranxen entre eles porque este é un problema político», argumentó Jacobo Feijoo, portavoz de la formación.
La organización se pregunta de qué estuvieron hablando el ministerio y la consellería en el más de un año que llevan negociando la orden que eleva la protección del lobo. Y es que ni siquiera fueron capaces de ponerse de acuerdo en cómo se iba a gestionar la presencia del cánido tras la publicación de la orden.
«Eu non sei quen ten razón, pero nos xa advertimos de que ía pasar isto. Antes de ir ao BOE o mínimo era explicar que di esa orde», añade Jacobo Feijoo, que pide también una solución inmediata al problema, «porque a partir de hoxe, se a un gandeiro lle matan unha vaca está sen cobertura». Insiste, además, «en que este é un problema xerado a nivel político. Que o amañen».
Unións Agrarias alerta al mismo tiempo sobre el problema que el animal está generando en la zona de A Mariña. «Temos unha das densidades de lobo máis altas do mundo. E temos un problema serio coa gandería de equinos, que están tendo moitos ataques, e que podería provocar o peche de explotacións», relata. También hay conflicto en Ourol «onde o lobo se meteu nas casas e está matando cans nos patios dos veciños», concluye.