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La cotización de la mantequilla sube más que la del oro y alcanza máximos históricos

Xoán Ramón Alvite Alvite
X. R. alvite REDACCIÓN / LA VOZ

GANADERÍA

Galletas elaboradas con mantequilla
Galletas elaboradas con mantequilla KHALED ELFIQI | EFE

La tonelada cuesta unos 6.500 dólares, 3.000 dólares más que hace cinco años

04 jul 2024 . Actualizado a las 12:52 h.

La mantequilla se ha convertido en los últimos años en la reina de las commodities, aquellas materias primas o productos primarios genéricos que cotizan en los mercados internacionales. Ni el oro, ni el petróleo, ni siquiera otros minerales tan apreciados como el rodio o el paladio se han revalorizado tanto durante el último lustro como la grasa de la leche. De hecho, mientras el oro, refugio tradicional de los inversores, ha disparado su cotización más de un 60% en el último lustro, pasando de los 1.337 euros a los que se pagaba la onza a finales del mes de junio del 2019 a los casi 2.200 euros actuales, la mantequilla ha aumentado su precio en más de un 70% durante este mismo período.

 Así quedó de manifiesto en las últimas subastas realizadas a través de Global Dairy Trade, la mayor plataforma comercial de productos lácteos del mundo operada por la cooperativa neozelandesa Fonterra, donde la tonelada alcanzó precios históricos superiores a los 6.500 dólares (6.045 euros), 3.000 dólares por encima de las cotizaciones registradas hace justamente cinco años. Una espectacular evolución al alza que también confirman los últimos datos publicados por el Observatorio Lácteo de la Unión Europea que fija en 6.333 euros el precio de referencia para la tonelada de mantequilla durante la presente semana, un 15% más que a principios de año y un 35% por encima de la cotización que registraba hace tan solo doce meses. 

Varios son los factores que, según los entendidos, justifican la importante revalorización sufrida por la grasa láctea en los últimos años. Entre los más determinantes se encuentra la caída de la producción láctea a nivel global, provocada tanto por el incremento de los costes _la guerra de Ucrania ha sido el desencadenante de esta situación_ como por fenómenos climáticos extremos, circunstancias ambas que han ejercido una enorme presión al alza tanto sobre los precios de la leche en origen como de otros derivados industriales como la propia mantequilla, el queso o la leche en polvo.

 También ha sido determinante el aumento registrado por la demanda a nivel global. A la caída en desgracia del aceite de palma _su lugar ha sido ocupado en buena medida por la mantequilla_ se une un cambio significativo de los hábitos alimentarios en distintas regiones del planeta _anglosajonas principalmente_ que, tras décadas demonizando el consumo de la mantequilla, han vuelto a preferirla en detrimento de otras grasas de origen vegetal. 

En este sentido, ha tenido una importancia decisiva la publicación de varios estudios que apuntan a que, lejos de ser una fuente de grasas saturadas perjudiciales para el colesterol y, por tanto, poco aconsejables a la hora de prevenir enfermedades cardiovasculares, la mantequilla es un producto de alta calidad, sin apenas efectos en ese ámbito y que incluso puede considerarse beneficioso para la prevención de enfermedades como la diabetes tipo 2. 

Recortes en origen

Paradójicamente, la evolución de los precios de los derivados lácteos industriales en los mercados globales ha seguido una línea diametralmente opuesta al de materia prima en origen. Tanto es así que las granjas gallegas cobran actualmente por su leche diez céntimos menos que hace tan solo un año y la cotización media durante el mes de abril, último del que se disponen de cifras oficiales, fue de 46,3 céntimos el litro, la cifra más baja desde agosto de 2022. 

Por si no fuera suficiente, la intención inicial de las industrias lácteas que operan en la comunidad pasa por practicar nuevos recortes sobre los precios de la leche cruda en la renovación de los contratos que, en la mayoría de los casos, se van a llevar a cabo durante el mes de agosto. Una pretensión que ha encontrado la oposición frontal de todo el sector productor que señala que no existen causas objetivas que justifiquen nuevos recortes sobre las cotizaciones de la materia prima en origen.