Tu merienda puede fijar población en el rural
SOSTENIBILIDAD
El inicio del curso escolar es un buen momento para enfocar los hábitos de consumo a las directrices que marca la estrategia europea De la granja a la Mesa. Aquí van una serie de ideas para que el tentempié que se lleva a clase sea más respetuoso con el medio ambiente y, de paso, contribuya a lograr los objetivos marcados por la nueva PAC 2023-2027
22 sep 2022 . Actualizado a las 14:05 h.Cambiar los hábitos de consumo para lograr que los europeos, como pretende la estrategia De la Granja a la Mesa, lleven una dieta más saludable y sostenible con el medio ambiente no es un objetivo fácil. Un primer paso para lograrlo es llevar, poco a poco, esos hábitos a las escuelas. Pero más allá de lo que puedan hacer los responsables de los comedores escolares, también es responsabilidad de los padres. Una idea es comenzar por que la merienda deje de lado productos como la bollería industrial o los alimentos con más huella de carbono para introducir productos de cercanía, alimentos con sellos de calidad que garanticen su trazabilidad o aquellos que son cultivados o producidos bajo los principios de la agricultura y ganadería ecológicas, como promueve la nueva política agraria común (PAC) 2023-2027. Consumiéndolos se está ayudando a fomentar la sostenibilidad económica de las zonas rurales frenando la despoblación.
Para dar ideas de qué meter en el tupper de la merienda aquí van algunas combinaciones de alimentos producidos o cultivados en las distintas comunidades españolas que pueden contribuir a empezar a cambiar esos hábitos entre los escolares:
Donuts de manzana con yogur natural, miel y nueces:
Las manzanas, con un elevado número de propiedades, son una de las frutas que ahora están de temporada. Durante la campaña 2020/2021 la producción de esta fruta en España fue de 522.000 toneladas. Pueden elegirse desde las de producción ecológica u otras con denominación de origen como, por ejemplo, la Manzana Reineta del Bierzo. Para hacer los donuts basta con quitarles el corazón y cortarlas en rodajas. Esas rodajas pueden dipearse con yogur natural ecológico, una fuente importante de calcio y proteínas. La miel puede endulzar el yogur, además de resultar un antibiótico natural. Añadiendo un par de nueces, la merienda es perfecta.
Bocadillo de jamón serrano o de queso
El pan _de trigo, centeno, espelta o maíz_ es uno de los alimentos más populares y sanos de la dieta mediterránea al aportar una buena cantidad de hidratos de carbono. Acompañado de, por ejemplo, un buen jamón de cerdos que pastan libres en las dehesas del sur de España, es otra de las meriendas con las que se está ayudando a la conservación del medio ambiente. También puede probarse un jamón de porco celta.
Para variar, en lugar de jamón puede optarse por un queso con denominación de origen con el gallego de Tetilla o el Arzúa-Ulloa. E incluso puede combinarse con el jamón.
Huevos duros con tomates cherry
Son uno de los alimentos más nutritivos del planeta al aportar una gran cantidad de proteínas. Lo mejor es elegir huevos de gallinas criadas en libertad, libres de jaulas, o producidos de modo ecológico. Pueden acompañarse de unos tomates cherry que todavía están en temporada, una fruta con un alto aporte de beta-caroteno, que es un precursor de la vitamina A.
Palitos de zanahoria, pimiento y humus de garbanzo
Aceite de oliva, pimiento de la Vera y garbanzos para hacer el humus. Zanahoria y pimiento cortado en tiras para acompañar. Esos son los alimentos que componen esta merienda. Todos de proximidad y con un alto valor nutricional, cultivados en España.