Según datos de la Secretaría General de Pesca, el 85 % de la flota del cerco del Cantábrico está operativa
11 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, hizo la semana pasada en el congreso un repaso de las vicisitudes de la pesca durante la pandemia y el estado de alarma en la que aseguró que la actividad pesquera está, a estas alturas, «prácticamente normalizada». Planas dijo que hasta Semana Santa sí se percibió un descenso de las labores extractivas, pero después de esas fechas la situación fue paulatinamente recuperándose, retomándose la costera de la anchoa e iniciando la campaña de las almadrabas.
Los datos de la Secretaría General de Pesca constatan esa tendencia al alza en la actividad en todos los caladeros. Según apuntan desde el Ministerio de agricultura, «las últimas cifras del sector reflejan un ligero aumento de la actividad, que se mantiene por encima de los niveles registrados al inicio del estado de alarma, y que en la actualidad representa el 55 % de la flota». En el Mediterráneo ha operado un 46 % de toda la flota, en especial el arrastre de fondo, lo que refleja la importancia de esta modalidad en este caladero. De acuerdo con esos datos, en el Cantábrico Noroeste, el número de embarcaciones activas se sitúa en el 67 %. En este caladero, destaca la flota de cerco, que mantiene al 85 % de los buques faenando, la mayoría de ellos en la costera de la anchoa.
También en el golfo de Cádiz ha aumentado el número de buques activos. Son ya el 74 % los que están trabajando, principalmente del arrastre.
Planas apuntó que tras unos primeros días de incertidumbre, los precios se han estabilizado o subido, en el caso de algunas especies. Con todo, rape y merluza muestran una tendencia a la baja en el Cantábrico y los precios de la anchoa son muy inestables.