España y Francia se revuelven contra unas cuotas que recortan merluza, lenguado y abadejo
SOMOS MAR
Galicia consideró «inadmisible» la propuesta de compromiso
17 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Las delegaciones española y gallega desplazadas a Bruselas para asistir al Consejo de Ministros de Pesca en el que deben fijarse los totales admisibles de capturas (TAC) y cuotas para el año que viene se preparaban ayer para una noche toledana. Con el plenario fijado para las once de la noche, con las posturas tan alejadas y con una Comisión más cerrada en banda que nunca, según confesó el ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas, en la videoconferencia que mantuvo con el sector pesquero español, el debate parecía ir para largo. Y eso a pesar de que, debido a la incógnita sobre el resultado del brexit, se han dejado fuera de la negociación 119 de los 146 stocks sometidos a cuotas.
La propuesta de compromiso que lanzó por la mañana la Presidencia alemana de la UE no satisfizo ni a España, ni a Francia, que se aliaron en su negativa a aceptar una propuesta que, si bien suaviza algunos de los tajazos planteados por Bruselas para especies claves, no los limaba lo suficiente.
Galicia tampoco vio con buenos ojos el nuevo documento. Para Rosa Quintana, la conselleira de Mar, -desplazada por cuestiones de aforo del meollo de los debates- es «inadmisible» que se siga persiguiendo un recorte para la merluza de aguas ibéricas. Cierto que, tras la mediación alemana, se redujo de casi el 13 % al 10 %, pero es que no debe aceptarse otra cosa que no sea el mantenimiento de las cuotas. Porque si el mismísimo Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES) -organismo científico que asesora a Bruselas en el plano biológico para elaborar su propuesta- ha constatado que la biomasa de la especie ha aumentado en más de un 50 % no se sostiene que se esté pidiendo a la flota un esfuerzo adicional. Y si es inaceptable para la merluza, no lo es menos que siga manteniendo recortes brutales para el lenguado -aunque en la última propuesta se suavizó el tajo que se le pide de un 30 a un 20 %- y para el abadejo de aguas francesas, por más que el -41 % que ambicionaba Bruselas esté ahora en un -27 %.
El peligro del lenguado y el rape
Quintana advirtió a Planas para que esté pendiente del lenguado y del rape del Cantábrico Noroeste, pues hay argumentos suficientes para mantener las cuotas actuales y esquivar unos recortes que, de materializarse, tendrían un impacto económico importante, mayor incluso que el provocado por la merluza. Así, según los informes socioeconómicos que maneja la Consellería do Mar, las rebajas propuestas supondrían, en el caso del lenguado dejar de ingresar dos millones de euros en primera venta que ascendería a los tres millones en el caso del rape, cuando el de la merluza es de 1,9.
Lo que plantea Bruselas para la cigala del Cantábrico -que siga cerrada a la pesca- es otra de las incongruencias que subraya Galicia. España lo comparte, pero pone el acento en tratar de frenar el recorte sugerido para la que se extrae al sur de Fisterra: «El stock es abundante y no hay ninguna razón para plantear una disminución», apuntó Planas en declaraciones recogidas por Efe. En el caso de la del Cantábrico, España acude con el informe del Consejo Consultivo de Aguas del Sur en la mano, un documento que certifica la mejora biológica de esa unidad funcional, a la luz de las últimas prospecciones científicas. Los resultados han sido tan apabullantes que incluso han conseguido derribar las tradicionales reservas de las oenegés de ese órgano asesor.
La «congelación» por 3 meses de Gran Sol
El planteamiento que hace la Comisión para remendar el roto que ha provocado en la negociación esa falta de definición de lo que será la pesca en la era postbrexit no satisface a España. Ni a Galicia, de paso. Prorrogar tres meses los TAC y cuotas de este año y permitir pescar un 25 % hasta abril complica la gestión empresarial pues, como explica la Xunta en un comunicado, «en caso de haber axustes de cotas terían que facerse en nove meses e non no ano completo».
Planas sugiere que en lugar de tres meses se prorroguen al menos por medio año. Y que se suprima ese límite del 25 % pues, como apuntó antes de entrar en las negociaciones, hay especies, como la caballa, el alfonsino o el rape de la zona VII -mar de Irlanda y Porcupine- se capturan básicamente en la primera parte del año.
Conseguir que se siga permitiendo la flexibilidad interespecies, para evitar que la prohibición de descartes evite parar la flota por falta de cuota de alguna de ellas y, sobre todo, suavizar la reducción del esfuerzo pesquero (un 15 %) con la que se amenaza a la flota del Mediterráneo son otros flancos de batalla.