La ministra de Transición Ecológica señaló al transporte marítimo como «otro contribuyente a la contaminación marina»
17 jun 2021 . Actualizado a las 04:47 h.La ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, reafirmó ayer el compromiso de su departamento de que el 30 % de las aguas territoriales españolas estarán protegidas para el 2030 y abogó además por impulsar «un nuevo Pacto Azul, desde una perspectiva verde».
Ribera ha hecho estas declaraciones durante su intervención por videoconferencia en The Ocean Race Summit Europe, una cumbre europea de alto nivel que ha abordado la falta de gobernanza y protección de los mares y océanos, además de examinar el papel de la hidrosfera como escudo contra el cambio climático. «Como todo país rodeado de agua, nuestra economía, bienestar y prosperidad dependen de la buena salud de los océanos», subrayó Ribera, antes de recordar que además estos son «importantes» para el mantenimiento de la biodiversidad y el clima y, «aunque nuestro interés sea meramente egoísta, por extensión para el conjunto de la humanidad».
Por todo ello ha asegurado que el Gobierno «está trabajando duro» para poder materializar el «ambicioso objetivo» de extender la protección sobre el 30 % de las aguas españolas para el 2030, «con unas metas intermedias del 15 % en el 2023 y del 22 % en el 2025».
Entre las medidas tomadas figura el proyecto europeo Life Intermares, que busca consolidar y ampliar los espacios marinos de la Red Natura 2000 en España, así como mejorar el conocimiento del litoral.
Tras recordar la firma, hace ya 30 años, del Protocolo de Madrid sobre la Antártida, que fijó una moratoria de medio siglo sobre las actividades mineras en el continente blanco, al que ha descrito como «el termostato del cambio climático», la ministra ha afirmado que «hoy es el momento de analizar hasta dónde hemos llegado y evaluar las amenazas que aún persisten sobre los océanos».
Para hacerles frente, ha defendido la necesidad de alcanzar un Blue New Deal (Nuevo Acuerdo Azul), en línea con el Green New Deal (Nuevo Pacto Verde) diseñado por la UE, ya que esta última agenda en realidad «está muy vinculada con los océanos, porque la mayor parte de la contaminación oceánica tiene su origen en tierra firme».
También ha señalado al transporte marítimo como «otro contribuyente a la contaminación marina», lo que lleva a «pensar en la economía azul desde un punto de vista verde para conectar la gobernanza climática con la agenda oceánica».
En este foro también ha intervenido el comisario europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, el lituano Virginijus Sinkevicius, quien ha asegurado que «para mí, procedente de un país con tan solo 99 kilómetros de litoral», los océanos representan «un bien común del que todos dependemos».
La cumbre se celebra después de que el pasado domingo el puerto de Alicante acogiera la salida de la tercera y última etapa de la Ocean Race Europe, una competición náutica internacional que terminará en la ciudad italiana de Génova y que pretende resaltar el potencial europeo para liderar el esfuerzo de conservación de los océanos.