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Los náuticos gallegos se reponen de la pandemia propulsados por el turismo

MIRIAM GARCÍA ROCA / S. S. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

El puerto deportivo de Sanxenxo, días atrás
El puerto deportivo de Sanxenxo, días atrás CAPOTILLO

Navegantes franceses lideran los tránsitos, y repunta el alquiler de amarres

29 ago 2021 . Actualizado a las 04:45 h.

En tiempos de pandemia, toca buscar alternativas turísticas seguras, sin aglomeraciones. Una de ellas, la náutica recreativa, el plan estrella de turistas gallegos, del resto de España y de otros países durante este verano en Galicia. Gestores de clubes náuticos y puertos deportivos lo confirman. No solo se recuperan las escalas de yates, entre los que sobresalen los franceses, sino que también repunta el alquiler de amarres. Tan buena está siendo esta temporada que mejora la del 2020 y esperan terminarla con ocupaciones cercanas a las del 2019, antes del coronavirus.

Una vez más las Rías Baixas se coronan como líderes del turismo náutico. Solo en julio, en Nauta Sanxenxo, con unos 421 amarres, recalaron unas 139 embarcaciones, 112 de vela y 27 de motor. Casi completo está desde principios de verano el Monte Real Yates de Baiona, con 416 plazas. De los 287 amarres del Real Club Náutico de Vigo, el 80 % los alquilan y el resto suelen ser para yates en tránsito. «Funciona mucho por picos, hay días en los que estamos al completo», explica su gerente, Ignacio Cao Alfonso.

De Vigo hasta A Pobra

A Sanxenxo, Baiona y Vigo acuden pocas embarcaciones de otros puertos españoles, por lo general del norte, como Bilbao y Santander, mientras las extranjeras proceden de Portugal, Bélgica, Suiza o Polonia y, en menor medida, de Reino Unido e Irlanda. Javier Álvarez, responsable del Monte Real de Baiona, vincula la bajada de ingleses y franceses con las medidas anticovid de esos países.

Lo mismo ocurre en el puerto deportivo Marina Pobra, en A Pobra do Caramiñal, y en el de Marina Vilagarcía, dónde también se aprecia un gran crecimiento en los tránsitos con respecto al verano anterior, aunque inferior a los datos del 2018. Desde la administración de Marina Pobra declaran que desde el comienzo del verano llegan un total de 400 tránsitos, lo que supone una recuperación de un 50% de su actividad prepandemia y predominan los llegados de Francia, Reino Unido y en menor medida, Alemania. Por otro lado, los alquileres se mantienen constantes con respecto a otros años.

El presidente de Marina Vilagarcía, José Manuel Teijido, destaca el aumento de las empresas dedicadas al alquiler en el último año. Sin embargo, considera que a la temporada le quedan pocos días. «El inicio del curso escolar en septiembre conlleva una reducción del número de personas que se animan a realizar tránsitos nacionales. Confiamos en que el verano que viene la actividad náutica se vaya consolidando más aún y pueda alcanzar e incluso superar a años anteriores al estallido de la pandemia».

De Muxía a Ribadeo

El gerente de Marina Muxía, Marcos Trillo, constata la apuesta por el turismo aislado y en burbuja, parte de las ventajas del turismo náutico. Con 230 plazas de amarre, han acogido aproximadamente a 450 yates en tránsito, liderados por franceses y seguidos de alemanes. Los ingleses «han bajado notablemente, especialmente por el brexit; ahora no es tan fácil navegar, necesitan presentar ciertos documentos y permisos que, por lo general, no todos tienen». Con el Xacobeo, añade, «muchos turistas atracan el barco en el puerto y continúan a pie hasta Fisterra o, incluso, hasta Santiago».

Suman 353 amarres entre Marina Real A Coruña y Real Club Náutico, donde entre julio y agosto la ocupación fue, respectivamente, del 43 % y del 35 %, un 10% y un 7 % de tránsitos. Superan un 6 % las cifras del 2020, pero se quedan entre el 12 % y el 15 % menos que en el 2019. Entre los que hacen escala, unos se estrenan y otros repiten en la ciudad herculina, donde los habituales mantienen la actividad todo el año.

Sadamar dispone de 700 plazas, que en las de tránsito rondan el 80 % de ocupación, por encima de las expectativas. Su director, José Manuel García, apunta que reciben a barcos que hacen noche camino de las Rías Baixas, pero las reservas van sobre la marcha: «Buscan la inmediatez y funcionan atendiendo a las restricciones impuestas por el covid».

Y en el Real Club Náutico de Ribadeo, las escalas, principalmente de franceses, mejoran los datos del 2020. Desde la administración del club confirman que a 23 de agosto las facturaciones por tránsitos se encuentran en los 21.000 euros, el doble del año pasado en esta misma fecha. Con la pandemia, los usuarios de plazas de alquiler salen más al mar

Alrededor de 11.000 plazas en cerca de medio centenar de puertos deportivos

A principios de julio, Portos de Galicia adelantaba en su informe sobre las expectativas de este verano la tendencia al incremento de la demanda en las instalaciones náutico-deportivas y de recreo. Un factor catalizador para las distintas actividades turísticas y un dinamizador económico decisivo para las propias dársenas y, también, para las localidades donde se asientan, señalaban desde ese organismo autonómico.

Contando las de puertos donde reciben a embarcaciones en tránsito y las disponibles para los usuarios habituales, los datos oficiales indican que Galicia ronda las 11.000 plazas de amarre en casi medio centenar de puertos deportivos. La mayoría se destinan a alquileres, todo el año o en temporada, pero en más de la mitad de muelles reciben veleros y lanchas a motor de localidades gallegas, del noroeste español y de otros países europeos.

Destino atractivo

Además, inciden desde Portos, la ubicación de los puertos deportivos dota a la comunidad de un potencial ideal para ser considerada un destino atractivo por el turismo náutico norteño, principalmente conformado por franceses, belgas, holandeses, alemanes y suizos, Y no solo para ellos, pues los italianos se dejan ver cada vez más por Galicia.

Que la náutica recreativa cotiza al alza en Galicia lo corrobora el balance de los siete primeros meses del año, cuando se matricularon 273 embarcaciones, 25 más que en el 2019, según los datos de la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN).