«Quise ir en el barco, me quedé en tierra y me salvé, pero estoy muy triste porque iban muchos amigos»
SOMOS MAR
Ibrahim Baali fue a pedir trabajo a la armadora para enrolarse en el Villa de Pitanxo, pero se quedó en tierra. Eso le salvó la vida
16 feb 2022 . Actualizado a las 12:30 h.Ibrahim Baali salvó su vida. No está feliz. Tiene una sensación agridulce que lo acompaña desde este martes. A las puertas de la armadora Nores, este marroquí afincado en Marín, quería saber, como el resto de familiares, que había pasado con sus amigos. «Yo me salvé, quise ir en el barco y no fui, pero ahí están mis amigos», dice con voz entrecortada Baali.
Después de 13 años yendo al mar, la mayor parte faenando en aguas del Gran Sol, quería cambiar. Las mareas más cortas, de unos 40 días, eran el principal motivo para probar un caladero como el de Terranova. A Baali le gusta ser marinero, pero se va haciendo mayor y quería estar menos tiempo en alta mar. Así que poco antes de que el Villa Pitanxo pusiese rumbo a su última marea, fue a la armadora a pedir trabajo. No se lo concedieron. En el barco que naufragó va uno de sus grandes amigos. Aydé es de Ghana y forma parte de la tripulación del Villa de Pitanxo, que naufragó la pasada madrugada en la zona de Terranova, hacia donde había partido el pasado 26 de enero.
Ibrahim no se quería ir a su casa. Estaba a las puertas de la armadora esperando una respuesta que no saben cuando les llegará. Tíos, primos, amigos, padres o hijos...el número 62 de la calle Concepción Arenal es testigo de una tragedia que los tiene en vilo desde que esta mañana supieron que el Villa de Pitanxo había naufragado.