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La Eurocámara exige al Reino Unido que se abstenga de tomar medidas proteccionistas en materia de pesca

J. Carballo

SOMOS MAR

RONALD WITTEK

Aprueba una resolución por 619 votos a favor, 12 en contra y cinco abstenciones pidiendo que se respeten los derechos de los buques de la UE

06 abr 2022 . Actualizado a las 04:47 h.

El conocido como período de ajuste en el que las flotas pesqueras de la UE desde el 1 de enero del 2021 y hasta el 30 de junio del 2026 seguirán teniendo el mismo nivel de acceso a las aguas del Reino Unido pese a que este país y su zona económica exclusiva ya no forman parte del club comunitario sigue preocupando, y mucho, a la Eurocámara. Los barcos europeos ya tienen que soportar el 25 % de reducción de cuotas pactado en el Acuerdo de Comercio y Cooperación (TCA) durante 5 años y medio y, por ello, desde el Parlamento Europeo piden tanto a la Comisión como a los Estados miembros un horizonte de estabilidad más allá del horizonte acordado.

Eso han plasmado en la resolución del informe El futuro de la pesca en el canal de la Mancha, el mar del Norte, el mar de Irlanda y el océano Atlántico ante la retirada del Reino Unido de la UE, cuyo ponente ha sido el eurodiputado socialista Manuel Pizarro y que contiene una serie de recomendaciones para mitigar el impacto del brexit en la flota comunitaria.

El texto de Pizarro sostiene que «las relaciones y el futuro de la pesca deben fundamentarse en todo momento en una buena gobernanza internacional de los océanos y en un espíritu de buena vecindad y cooperación pacífica entre todas las partes interesadas», un párrafo al que hizo alusiones el europarlamentario popular gallego, Francisco Millán Mon. Este recordó que la pesca siempre ha ocupado un lugar central en las relaciones del Reino Unido con el resto de Europa, al tiempo que señalaba una serie de enmiendas propuestas por su partido y que fueron aprobadas por el resto de grupos, como la protección de las inversiones españolas en el sector pesquero británico, de libre comercio de calamar patagónico o de reequilibrio de la relación pesquera entre la UE y Noruega.

Precisamente sobre relaciones con terceros países hacía también referencia el texto del ponente luso al indicar que «la retirada del Reino Unido también ha alterado las relaciones bilaterales con otros terceros países vecinos y ha tenido otros efectos adversos inicialmente imprevistos», a lo que Millán Mon añadía que el Parlamento Europeo «no consentirá que la pesca sea moneda de cambio en nuestras relaciones ni con el Reino Unido ni con ningún otro país». Un punto al que también se refirió su homólogo y portavoz en la Comisión de Pesca Gabriel Mato, que instó a la Unión Europea a reafirmarse como garante de los intereses pesqueros de la flota comunitaria tanto en las aguas del Reino Unido, como en aquellas áreas donde el brexit tiene importantes implicaciones, como son la zona del Atlántico nororiental, las aguas alrededor de las islas Malvinas, Groenlandia y las Svalbard.

Por su parte, la europarlamentaria por el PNV Izaskun Bilbao subrayó que «las aguas del Atlántico forman un ecosistema coherente» y que, de cara a esa finalización del acuerdo pactado con el Reino Unido hasta el 2026 «se ponga en marcha con la experiencia acumulada en estos años nuevos mecanismos para enfrentar la desestabilización que el brexit ha producido en el sector pesquero europeo que se asoma al Atlántico».

Un informe que fue aprobado por una gran mayoría de la sala con 609 votos a favor, 12 en contra y 5 abstenciones en un pleno que contó con la presencia también del Comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca de la Comisión Europea, Virginijus Sinkevi?ius.