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El cerco aboga por un paro biológico en la época de desove para recuperar el jurel

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

xoán crespo

La Xunta plantea repartir esas toneladas según la dependencia de la especie

20 dic 2022 . Actualizado a las 04:45 h.

Con el golpe -la reducción drástica de las posibilidades de capturar jurel en el Cantábrico y Gran Sol- ya en el cuerpo, es momento de taponar la herida para que la sangría (socioeconómica) sea la menor posible y la viabilidad del sector salga lo menos lesionada posible. La Comisión Sectorial de Cerco del Consello Galego de Pesca se reunió ayer con la conselleira de Mar, Rosa Quintana, para estudiar el remedio que aplicar para ayudar a este segmento de flota a atravesar un 2023 que se presenta crítico, al no poder capturar jurel entre Fisterra y Noruega de forma dirigida y solo disponer de 3.200 toneladas para cubrir las capturas accesorias.

La primera solución que ha pasado por la cabeza de los afectados es un paro biológico de carácter voluntario para las flotas de Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco, con la habilitación de las correspondientes ayudas. Esta parada que se pedirá al Gobierno central sería de dos o tres meses y se realizaría en el momento de desove de la especie o cuando sea biológicamente más adecuado para esa población. ¿Cuándo es ese momento? Eso tendría que dilucidarlo una institución científica. Por eso demandan que se encargue al Instituto Español de Oceanografía (IEO) un estudio de este stock para determinar tiempos y circunstancias y «parar cando sexa a temporada do desove», apunta José Antonio Pérez, presidente de la Federación Galega de Confrarías.

Y ya, de paso, que se encargue una evaluación también al IEO de la situación de la especie en el Cantábrico, pues «tal e como se pode observar polos datos de extracción da flota, o xurelo está en mellor situación do que figura no informe do ICES» (Consejo Internacional para la Exploración del Mar), expuso la conselleira de Mar al término de la reunión. Pérez, al igual que otros profesionales del sector, apunta que no se trata de que no haya jurel, sino de que está desplazado de sus zonas habituales por la abundancia de sardina. «Cando hai moita sardiña non hai tanto xurelo, é cousa de ciclos», señala.

Con respecto a ese otro pelágico objetivo del cerco, la Xunta y el sector apuestan por que España negocie con Portugal un incremento de las posibilidades de captura de sardina en aguas ibéricas ahora que los científicos han constatado que la especie está totalmente recuperada. En este sentido, el ministerio anunció la semana pasada que el cupo para el próximo año se incrementará en más de 4.600 toneladas.

Análisis de dependencia

Y aunque la flota tiene muy pocas toneladas de jurel, sería «un erro non aproveitar ao máximo esas nimias 3.200 toneladas» concedidas, dijo Quintana. Claro que, con la normativa en vigor, el cerco tiene «moitísimas dificultades para poder coller ese xurelo de forma accesoria», por lo que se va a proponer al Ministerio de Pesca una fórmula para «facer unha extracción asignando cuotas a cada barco en función da súa dependencia, como complementaria á actividade».

La dependencia de la especie de cada barco es algo que estudiará el propio sector, que analizará cuáles son aquellas embarcaciones que tienen en el jurel la especie de captura principal y cuáles diversifican al participar en las campañas de la xarda, el bocarte o la sardina.