Nueve meses de prisión para los responsables del naufragio del buque lucense Safrán, en el que murieron dos marineros
SOMOS MAR
Los tres acusados llegaron a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía y aceptaron la pena por dos delitos de homicidio imprudente. Así fue el hundimiento
03 may 2023 . Actualizado a las 12:06 h.El patrón mayor y dos armadores del buque lucense «Safrán» aceptaron este martes una pena de 9 meses de prisión por dos delitos de homicidio imprudente. El juicio, en Lugo, es el final de un procedimiento que nació en noviembre del 2014, cuando este barco, con sede en Burela, naufragó en las costas de Francia, en el golfo de Vizcaya. Dos marineros murieron. Hoy, los tres acusados reconocieron su responsabilidad por la falta de previsión y mantenimiento del buque.
Los tres condenados se enfrentaban a 21 meses de prisión. Tras el acuerdo, se han quedado en 9, además de la inhabilitación para el desempeño de su profesión.
Se les considera responsables indirectos de las muertes por ahogamiento de Juan José Pardiño Parapar, de 46 años y vecino de Viveiro, y de Benigno Vázquez García, de 36 años y residente en Burela. Ambos se ahogaron tras no poder salir de sus camarotes tras el naufragio. Otros cuatro compañeros fueron rescatados a tiempo tras lanzarse al mar.
El Safrán era un volantero de fondo que faenaba en el Cantábrico. Con 17,5 metros de eslora y casco de acero, tenía 14 años, y pesaba casi 20 toneladas en bruto.
Falta de prevención y mantenimiento
El escrito de la Fiscalía, que los acusados dieron por cierto, es muy directo. El Ministerio Público acusa a los tres responsables del buque de «omitir» las medidas de prevención necesarias para evitar el riesgo que condujo al fallecimiento de los dos marineros. La fiscal detalla en el documento una serie de errores que conllevaron el hundimiento del barco. Destaca, por ejemplo, la falta de cierre de la válvula antirretorno, el hecho de que nadie advirtiera la inundación en el parque de pesca o la sobrecarga del buque que impedía evacuar el agua que pudiese entrar correctamente.
Esta falta de medidas de prevención fue la principal causa de las dos muertes, insiste la Fiscalía. Por ello, los tres acusados han sido condenados por dos delitos de homicidio imprudente. Era algo previsto, ya que habían pagado las indemnizaciones pertinentes a las familias de las dos víctimas antes incluso del juicio.
Un hundimiento muy rápido
Poco antes de la medianoche, el Safrán se fue a pique a unas 35 millas al norte de San Sebastián y a unas 39 al oeste de la localidad francesa de Bayona. El buque se hundió tan rápido que solo cuatro marineros tuvieron tiempo de arrojarse al agua antes de que el mar se tragase al pesquero. De los otros dos marineros —uno vecino de Burela y otro de Viveiro— sigue sin haber ni rastro a día de hoy, aunque se presume que pudieron quedar atrapados a bordo. Los dos han sido declarados oficialmente fallecidos, aunque sus cuerpos nunca llegaron a recuperarse.
Once minutos
El Safrán navegaba rumbo a la zona VIIIb (golfo de Vizcaya), donde acostumbraba a capturar merluza. Hasta las 11 de la noche del sábado en el que se hundió, el barco no había registrado ninguna incidencia. Pero los hechos se desencadenaron muy rápido. Poco después de las 23.00 horas, la tripulación lanzó un mensaje de auxilio, acudió en su ayuda el volantero de fondo Os Merexos, que estaba entonces muy cerca del Safrán. Salvamento Marítimo Español concretó que la radiobaliza del buque malogrado se activó a las 23.14 horas alertando así del naufragio. Solo once minutos después, Os Merexos comunicaba a las autoridades marítimas que había recogido a cuatro hombres a bordo de una balsa salvavidas y que el buque había quedado completamente hundido.
Cuando Os Merexos llegó al lugar del naufragio, el Safrán estaba semihundido y la proa sobresalía del mar. Dentro de una balsa se encontró a los cuatro supervivientes. Los hallaron empapados, ateridos de frío, con pocas fuerzas y anímicamente muy afectados. Alertaron a los rescatadores de que faltaban dos hombres. Suponían que no habían podido salir del interior del barco antes de que el mar engullera al Safrán.