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Una cata revela que el 66% de las bateas con más problemas de cría están llenas

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Martina Miser

La Administración cree que el resto podrá estar completa el 15 de junio

27 may 2023 . Actualizado a las 11:31 h.

La campaña de recogida de mejilla entra en la recta final. El 15 de junio finalizará el período habilitado para extraer semilla de bivalvo del medio natural. Es casi un mes más tarde de lo habitual, debido a que la campaña también arrancó 40 días después de lo acostumbrado. A principios de diciembre, cuando suele empezar la temporada, la cría estaba demasiado inmadura para poder extraerla de las rocas e instalarla en la batea, según los técnicos del Centro de Investigacións Mariñas (Cima), por lo que la Xunta demoró hasta el 9 de diciembre el inicio de la recogida. Y cuando arrancó la temporada, lo hizo de forma convulsa. En parte porque los caprichos meteorológicos fraguaron un aviso de temporal para inaugurar la campaña y, sobre todo, por la imposibilidad de acceder a una serie de zonas vedadas a la mejilla, lo que provocaba concentraciones de bateeiros en áreas mucho más pobres en recurso, algo que hizo cundir el nerviosismo entre los mitilicultores. No hay más que recordar que toda esa tensión estalló en abril, a las puertas de San Caetano, con cargas policiales y heridos en uno y otro bando.

 

Pero desde entonces las cosas han ido tranquilizándose. En buena parte porque de una manera u otra las bateas fueron llenándose con la cría que necesitaban. Es cierto que no están todas completas, pero lo más grave de la crisis —que se intentó sortear con la apertura de los muelles a la extracción de mejilla y de algunos de los santuarios de percebe— ha pasado. Lo certifica la Xunta con un estudio de campo que realizó entre los meses de marzo y abril en la ría de Arousa, en bateas situadas en zonas con mayores dificultades para conseguir mejilla por captación natural; esto es, mediante cuerdas colectoras. Según esa cata, realizada sobre una muestra de 30 bateas de un universo de casi un millar, dos tercios de las analizadas tenían cubiertas sus necesidades de mejilla, pues las cuerdas estaban completas y, por tanto, no podrían meter más cría a no ser que sacasen al mercado parte de la cosecha que colgaba en las cuerdas.

Dos tercios, completas

Los datos de los polígonos analizados (Cambados A, Caramiñal D y E y Vilagarcía A y B) fueron, en unos casos, declarados por los propios propietarios de las bateas y en otros recogidos in situ mediante el recuento de las cuerdas. De ahí conocen que ya entonces el 66 % de las bateas estaban completas. En cuanto al tercio restante, que todavía tenían cuerdas vacantes, se constató que buena parte de ellas estaban reservadas para hacer el desdoble de la producción. Porque esa es otra: hay productores que administran varias bateas y juegan con el espacio en cada una de ellas repartiendo las cuerdas para engorde, desdoble y captación, lo que también podría explicar que alguna aún no tenga todas las cuerdas permitidas.

Además, son datos que, según apunta la Administración, corresponden al mes de abril, por lo que la situación puede haber cambiado y haberse completado fruto de la recogida de las mareas de mayo.

Salvada la campaña

Como quiera que, además, de aquí a que acabe la temporada —el 15 de junio— todavía quedan bajamares adecuadas en la que los bateeiros podrán extraer mejilla de las zonas habilitadas y encordarla para colgarlas en los viveros, lo más normal sería que se llegase al fin de la campaña sin problemas de abastecimiento, calcula la Xunta. De esta forma, daría por salvada la cosecha del año que viene. Cosa distinta es la conflictividad, pues el diálogo entre la consellería y el sector continúa roto y este año ha habido que adoptar medidas excepcionales para garantizar la producción que han incendiado tanto a bateeiros como percebeiros.