«¿Qué pasó en el Villa de Pitanxo?»: Así es el lugar en el que reposan los restos del barco gallego hundido en Terranova
SOMOS MAR
El programa de La 2 «En portada» emite el primer documental español sobre la tragedia del buque de Marín, en la que perdieron la vida 21 de sus 24 tripulantes, con imágenes del pecio en el fondo del mar, que ya adelantó en exclusiva hace meses La Voz
05 oct 2023 . Actualizado a las 20:51 h.Hace año y medio, el 15 de febrero del 2022, se hundió en aguas de Terranova el pesquero gallego Villa de Pitanxo, una de las mayores catástrofes marítimas para la comunidad gallega, que acabó con la vida de 21 de sus 24 tripulantes y de donde solo se han podido recuperar nueve cadáveres. Ahora, el programa de La 2 En portada, presentado por Lorenzo Milá, emite este jueves 5 de octubre a las 21.50 horas (con preestreno a las 20 horas en RTVE Play) el primer documental español sobre la tragedia, ¿Qué pasó en el Pitanxo?, con entrevistas a varios participantes en el rescate en condiciones extremas y con imágenes del pecio en el fondo del mar, parte de las cuales ya fueron adelantadas en exclusiva por La Voz de Galicia hace unos meses. Buceamos, junto al robot submarino financiado por el Gobierno español, hasta el lugar donde reposan los restos del buque de Marín hundido en aguas de Terranova.
Un panteón de acero congelado en el tiempo
El océano se quebró a sus pies sin tiempo de reacción para sobrevivir. La imposibilidad de vestir los chalecos o los trajes térmicos fue letal. También la inviabilidad, por la improvisada y caótica evacuación, de subir a las balsas salvavidas que pudieron evitar la peor catástrofe en 40 años de un barco con pabellón español. Murieron agarrotados por el tormento implícito de la situación, y la pena del adiós inesperado a las familias que dejan en tierra, en Galicia, las otras víctimas del naufragio. 12 cadáveres [nueve se recuperaron] de los 24 tripulantes se fueron a pique con el arrastrero; un mastodonte de 50 metros de eslora bautizado Villa de Pitanxo. 730 metros de caída libre hasta posarse en el fondo marino gélido, a 250 millas de San Juan de Terranova, en Canadá. 1.120 toneladas de peso bruto que desde el naufragio, el 15 de febrero del 2022, permanecen inmóviles, y seguirán de por vida. Un panteón de acero congelado en el tiempo que cobija los cuerpos y el recuerdo de media tripulación del Villa de Pitanxo.
El robot submarino que el pasado junio practicó la autopsia al pecio aporta imágenes pavorosas. El análisis de los vídeos grabados del esqueleto que supone al cuarto testigo de la catástrofe [los otros tres los encarnan el trío de supervivientes: José Enrique Padín, patrón; su sobrino Eduardo Rial, y el marinero Samuel Koufie] determinará si las causas del hundimiento respondieron a negligencias.
El silencio hueco del fondo marino recogido en el audio de los vídeos estremece. La verticalidad del casco impone por su porte paquidérmico. Solo el movimiento de la corriente, y de restos flotando, realzan la figura estática del casco y evidencia, sin necesidad de exprimir la imaginación, el pánico sufrido por los tripulantes durante los 13 minutos que tardó en hundirse un pesquero diseñado para mantenerse a flote en las condiciones más adversas.
¿Fallecidos en el pecio?
Existe el convencimiento de que buena parte de los 12 cadáveres, al no haberse recuperado, permanecen en el pecio, convirtiendo al malogrado arrastrero en un camposanto al que nunca nadie podrá llevar flores ni llorar ausencias a los pies de esta tumba sumergida a 730 metros de profundidad. Al menos queda el consuelo de conocer las coordenadas de su ubicación [46 39.18'W, 46 50.69'N]. Suponen el padrón de la tragedia, la dirección del panteón al que los familiares, aunque sea desde la distancia, pueden agarrarse para ubicar a los seres queridos perdidos.
Una tragedia que la Guardia Civil y la Audiencia Nacional investigan por las presuntas negligencias cometidas por el patrón, José Enrique Padín, que habrían derivado en la catástrofe del hundimiento y su tétrico balance, cuantificado en 21 cadáveres.
Revivir emociones y angustia
La videoteca supondrá un arma de doble filo emocional para las familias afectadas el día que la visionen. «Puede generar una sensación de alivio al saber dónde desapareció el familiar. De alguna manera, puede convertirse en el final del duelo y el inicio de la remontada anímica al interpretarse que han recibido sepultura en un lugar concreto y ubicado», explica Rocío Ramos, directora del Centro Ramos Paul Psicólogos, antes de exponer la otra posibilidad clínica: «Ver las imágenes, ya dependiendo de la persona, implica revivir con toda la intensidad las emociones y angustia que sintieron al hundirse el barco con sus familiares. Es lo que llamamos estrés postraumático, y puede alargar el duelo hasta convertirse en duelo patológico».
Las decenas de horas de vídeo grabadas en junio por el robot submarino se entregaron a la Audiencia Nacional al regresar la expedición de Terranova. Las custodiaron los dos peritos judiciales designados por el alto tribunal. Tienen igualmente copia del material la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim), que hará el análisis pericial paralelo para la investigación civil. A mayores, el banco de imágenes está en manos de los cuatro despachos de abogados personados: uno defiende a Padín y a la firma armadora propietaria del Villa de Pitanxo, Pesquerías Nores; los otros tres representan a las familias de los 21 fallecidos en el procedimiento que instruye el Juzgado Central número 2, dirigido por el magistrado Ismael Moreno.
Posible acusación contra Padín
El parón estival implica una demora en la redacción de los informes periciales, explican en la Audiencia Nacional, donde añaden que no será hasta el último trimestre del año cuando se aporten a la causa para el análisis de la Fiscalía y del juzgado instructor. Aunque la Guardia Civil y la Audiencia Nacional consideran, desde hace meses, que existen elementos incriminatorios suficientes para imputar a Padín 21 homicidios por imprudencia, uno por cada muerto. A mayores, un delito contra la salud de los trabajadores por menoscabar los derechos de la tripulación con jornadas excesivas de trabajo sin descanso, no tomar las medidas necesarias para frenar el brote de covid a bordo, no realizar simulacros de emergencia ni repartir por tallas y de manera personalizada los trajes térmicos necesarios en caso de afrontar una catástrofe como la vivida en las siempre coléricas aguas de Terranova.
Las conclusiones de los informes que redacten ambos peritos judiciales —pertenecen a la Ciaim y conocen el caso desde el hundimiento al haberlo trabajado para este departamento del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana hasta ser requeridos por el juzgado— serán fundamentales en el devenir de la causa. Los pilares sobre los que sustentar una posible acusación contra Enrique Padín en forma de auto de procesamiento y escrito de calificación con delitos y los años de cárcel que implican. Por eso, el último trimestre de este año será crucial para la fase de instrucción que falta por completarse. Determinara si habrá juicio y con qué garantías y pruebas de cargo se llegaría a la vista oral a celebrar en el tribunal.
Solicita prorrogar otros seis meses la instrucción
El Juzgado Central número 2 de la Audiencia Nacional informó esta semana a las partes personadas en la causa del Villa de Pitanxo de la prórroga de otros seis meses de instrucción por la complejidad del procedimiento y por la necesidad de prolongar el tiempo de instrucción para recibir los informes de los peritos judiciales tras analizar los vídeos grabados del pecio y determinar qué motivo el naufragio. Los abogados pueden presentar alegaciones.