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Juanjo Dañobeitia: «La región referente a nivel europeo en en investigación marina es Galicia»

Alejandra Pascual Santiago
alejandra Pascual VIGO / LA VOZ

SOMOS MAR

CSIC

El jefe de relaciones internacionales y antárticas en la unidad de tecnología marina defiende la alta especialización de los operadores de oceanográficos

09 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

En Galicia, hay quien recuerda a Juanjo Dañobeitia como una de las personalidades que más ha influido a la hora de convertir a Vigo y a sus astilleros en un ecosistema de referencia a nivel internacional en la construcción de oceanográficos. En concreto, destacan su papel dialogante durante la fabricación del Sarmiento de Gamboa, en el 2006, cuando logró poner de acuerdo a operadores, ingenieros, tripulación, científicos y trabajadores de los astilleros, algo que no es fácil. Desde el lunes, ejercerá como anfitrión de 115 expertos directamente vinculados a la gestión de la investigación marina en el marco de la XVI Reunión Anual de Operadores de Buques de Investigación Europeos. Desde 1998 nunca habían logrado convocar a tantos participantes.

—¿La paulatina incorporación de la tecnología a bordo de los buques de investigación ha sofisticado el trabajo de los operadores en los últimos años?

—El cambio es radical. Hemos pasado de contar con una tripulación tradicional en los buques de investigación a un equipo con altísimos conocimientos de ingeniería y telecomunicaciones debido a los avanzados equipos que llevamos a bordo y que desplegamos para medir diferentes variables oceánicas.

—¿En qué ha trabajado en los últimos meses la Unidad de Tecnología Marina?

—Somos un consorcio nacional, bajo paraguas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y apoyamos logísticamente toda la investigación de los oceanográficos y en las bases polares. Sin una buena logística, una misión puede ser un fracaso. Recientemente, en el Antártico hemos finalizado, con éxito, la campaña a bordo del Hespérides. Hemos logrado algo novedoso, que es poner el primer observatorio en la base Juan Carlos I. Es de poca profundidad y lo hemos conseguido junto con Canadá. Hasta ayer (por el jueves) ha estado transmitiendo datos submarinos de temperatura, salinidad, corrientes submarinas... Es un hito, para nosotros y para los canadienses.

—¿Cuántos operadores apoyan cada campaña?

—Directamente media docena de ingenieros y técnicos e indirectamente otras diez personas más. Pero hay algo que ya nos preocupa. Así como los científicos cambian y disponen de una cantera joven, los operadores no cambian tanto. Son personal altamente cualificado y relativamente jóvenes, pero no vemos tan clara esa sucesión.

—O sea, que los operadores de buques de investigación también podrían figurar en la lista, cada vez más extensa, de profesiones con falta de relevo generacional.

—En cierto modo sí. El oficio supone sacrificios enormes, sobre todo para la gente joven cuando quiere criar una familia. Y ello a pesar del avance en las comunicaciones. Cuando yo empecé, había semanas en que tan solo podía hablar con mi familia dos minutos por teléfono cada semana.

—¿Hay algún país al que se le deba prestar especial atención a partir del lunes por la capacidad de sus buques de investigación?

—Aunque parezca insólito decirlo, en estos momentos España es referente en Europa en investigación marina, construcción naval de este tipo de buques —los astilleros de Vigo son la crème de la crème— y en número de publicaciones científicas. Y, en concreto, la región referente a nivel europeo es Galicia.

—Vivimos la década de los océanos. ¿De qué nos sirve conocerlos en profundidad?

—Los océanos controlan el clima del planeta, proporcionan enormes recursos siempre que seamos respetuosos con el medio ambiente. Conocer qué ocurre a 4.000 metros nos permite entender los procesos en superficie, que afectará incluso a nuestra economía. Que el planeta se caliente un grado en los próximos veinte años es relevante. También que el nivel del mar suba como consecuencia del cambio climático. Hay aseguradoras que nos preguntan si pueden construir en una parcela o no.

«El Odón de Buen tiene muy buena pinta. El diálogo con Armón es muy fluido»

El cántabro Juanjo Dañobeitia considera que la reunión de operadores de buques de investigación que se celebrará esta semana ha batido los registros porque se celebra en Vigo, «y muchos quieren conocer particularidades y especificaciones de los oceanográficos que construyen en esta ciudad».

—¿La Unidad de Tecnología Marina también participa en la construcción del Odón de Buen, al que dan forma en Armón Vigo?

—Sí. Aprendimos mucho en el 2006, durante la construcción del Sarmiento de Gamboa, que fue un antes y un después... en positivo. Es vital el diálogo y en aquel caso resultó muy beneficioso. Todos nos pusimos en común durante los trabajos en Freire, y ahora ocurre lo mismo en Armón. Ambos astilleros son la punta de lanza. El interés de Vigo como hub en la construcción de oceanográficos es un hecho. Estoy buscando si hay algún país por encima de España, de Vigo, y no lo encuentro.

—Un informe de Pymar señala que en Rusia construyen más unidades y que España es el segundo a nivel internacional.

—Sí, pero yo he trabajado con barcos rusos y, al menos durante mi etapa, no disponen de tecnología tan novedosa como la que se emplea en Norteamérica o Europa.

—¿Ya se ha definido la primera campaña del Odón de Buen?

—De los que estamos pendientes, en estos momentos, es de conseguir el mejor buque posible con los recursos disponibles.