La Xunta realiza los últimos muestreos para decidir sobre el libre marisqueo en un mar de incertidumbre
SOMOS MAR
La falta de información genera crispación en cofradías como la de Vilanova, donde los rañeiros están en un cese de actividad
12 sep 2024 . Actualizado a las 04:46 h.La llegada de octubre solía marcar un punto de inflexión en el calendario del mar arousano. Con el décimo mes del año, arribaba a la ría la campaña de libre marisqueo, en la que los aparejos se lanzaban a trabajar con entusiasmo las «zonas comunes» de Arousa. Los bancos de Os Lombos do Ulla, O Bohído y Cabío se convertían, durante seis meses, en los grandes centros de trabajo del sector, que también tenía la opción de trabajar esas «otras zonas» que se reparten por toda la ría. Aquel optimismo que invadía tanto los puertos como las playas ya es historia. Desde hace unos años, el mes de septiembre es para el sector marisquero de la ría una temporada de zozobra y dudas: la capacidad productiva de aquellas ricas zonas comunes está tan en entredicho que a estas alturas nadie da por hecho que la campaña vaya a abrir y en qué condiciones lo haría.
«A xente, como é lóxico, vén á confraría a preguntar. Pregúntalle aos patróns maiores que vai pasar... E nós que lle dicimos? Non lles podemos dicir nada». La frase la pronuncia el presidente de la cofradía de Vilanova, Lino Díaz. A estas alturas, se lamenta, la Administración aún no ha convocado a las cofradías para contarles cuáles son sus planes. En realidad, parece que de momento la Consellería do Mar aún no los tiene hechos. Según explicaron desde el departamento autonómico que encabeza Alfonso Villares, los servicios técnicos están realizando aún la toma de muestras que permitirá conocer cuál es la situación de las zonas pendientes de apertura. A partir de esos informes se tomará la decisión de abrir o no la campaña, de hacerlo en todas las zonas o solo en algunas... Y esa decisión será abordada con las cofradías en cuanto sea posible, según explicaron desde el departamento autonómico.
Esos plazos tan laxos que maneja la Administración autonómica no convencen a cofradías como la vilanovesa, donde los mariscadores de a flote están en situación de cese de actividad. Saber si se va a abrir o no el libre marisqueo es fundamental para saber «se se pide a prórroga dese cese, que acaba o 30 de setembro, ou se poderemos ir traballar». Pero es también urgente saber qué va a pasar para poder realizar todos los trámites burocráticos que van asociados a la vuelta a la actividad de las embarcaciones. «Os nosos barcos levan fóra do mar meses. Nese tempo caducaron botiquíns, caducaron recoñecementos... Hai que sacar os roles... E para todo iso fai falla tempo», explica el patrón vilanovés. Tiempo y personal que la cofradía A Pastoriza no tiene. «Das tres persoas que tiñamos na oficina agora hai unha», apunta Díaz, apelando al ahogo económico del pósito. Por no hablar, señala, de la saturación a la que se verán abocados también servicios como Capitanía Marítima o el ISM.
En otras cofradías, como A Illa, Cambados o Carril, donde los mariscadores ya están trabajando, también reinan las dudas. Pero la tensión parece ser menor, según trasladan los patrones mayores de estos pósitos. Reconocen que los rumores circulan libres por el mar, y que hay quien da por hecho que la campaña abrirá, pero que Os Lombos do Ulla seguirán cerrados. Todos esos dimes y diretes, en todo caso, no serán más que eso hasta que no lleguen los resultados «das mostraxes oficiais que están facendo os técnicos da Xunta», en palabras del patrón mayor de Carril, Javier Quintáns.
Desde Cambados, Alejandro Pérez también apela a los resultados de esos exámenes que está realizando la Administración autonómica. En todo caso, el responsable del pósito San Antonio reconoce que hay cierta expectativa en el sector porque en las concesiones de las cofradías se está viendo «moita cría de ameixa. A ver se hai sorte e vai arriba», explicaba ayer Alejandro Pérez. En el caso de Os Lombos, apuntan desde Carril que «vese moita cría de todo, pero de talla comercial xa non hai tanta cousa».