Pescados finos cotizan caro para octubre y la nécora escala a valores navideños
SOMOS MAR
Por la almeja fina se piden 80 euros allí donde la hay y por la japónica, 20
24 oct 2024 . Actualizado a las 04:45 h.Nécora grande y almeja fina extra a 80 euros el kilo son precios que sorprenden en plazas como Pontevedra en octubre, un mes de transición entre la temporada estival y las fiestas navideñas y, por lo tanto, habitualmente de cotizaciones más moderadas. Sin embargo, esta semana los datos no acompañan la percepción de que nos encontramos en octubre, como admite Santiago Pesqueira, de Pescados y Mariscos Cachadas, que resume cómo está siendo esta recta final de este mes: «Poco pescado, caro para este momento y sin gente nueva, vienen los clientes de todo el año».
La verdad es que no encuentran explicación certera a esa carestía. Es cierto que la reciente sucesión de temporales en Galicia ha contribuido a que haya menor oferta en las pescaderías pero la demanda tampoco está siendo nada fuera de lo común. Más bien al contrario, pues, según explica Santiago Pesqueira, muchos locales de hostelería están postergando las compras de pescado que normalmente hacen por estas fechas. A pesar de eso, los pescados nobles mantienen cotizaciones altas. Por ejemplo, en la plaza pontevedresa, los ejemplares grandes se vendieron caros: rodaballo, a 46; coruxo, a 42; lenguado, a 40, y en lo alto de la tabla, como suele ser habitual, la palometa roja o virrey, a 70 euros.
Más comprensible es lo que sucede con los precios del marisco: la escasez de producto. La nécora, desde que abrió la campaña, se ha puesto por las nubes. «La nécora está cara porque no la hay», confirman en Pontevedra, donde, si se compra de tamaño mediano, su cotización se sitúa en los 50 y euros y, si viene de fuera puede descender hasta los 30. En Vigo, la mediana estaba en los 60 y en otras plazas ya ni figuraba entre las propuestas.
Los bivalvos también están caros. La fina extra, lo dicho, a 80 euros. En Pontevedra, pues en otras plazas no está siquiera a la venta. La japónica, a 27 euros, está muy alta y en puestos como el de Mariscos Marsal, se opta por ofrecer a sus clientes la babosa, entre 19 y 23 euros, que como indica su responsable, «está más barata y además tiene más carne». En otros lugares, como Santiago, podía encontrarse a 18; a 20, en Ourense, o a 19 en el Calvario, en Vigo. El percebe grande, otro de los mariscos de gran demanda en Navidad, se vendía ayer a 105 euros en la coruñesa plaza de Lugo, y a 85 en Ferrol.
Para otros bolsillos
Con todo, por supuesto que hay variedades de pescado más al alcance de los bolsillos. El rapante, uno de los más demandados en los hogares gallegos, cotizaba ayer en Pontevedra a 20 euros el kilo en el caso de los ejemplares más grandes, mientras que los medianos oscilaron entre los 17 y los 18. En A Coruña, el mediano podía encontrarse por 10; a 15 en Santiago, que bajaba a 14 si era pequeño.
El rape tampoco se ha vestido de gala todavía. En Pontevedra, a 15 euros, «está a buen precio», subrayan en Pescados y Mariscos Cachadas. En Vigo se podía encontrar a 14 euros. Incluso la lubina de la ría, entre 20 y 25 euros el kilo, está asequible.
En cuanto a la merluza siempre es más cara la del pincho, a 20 euros, que la volanta, entre 16 y 17. La pescadilla se vende entre 10 y 12 euros.
Y a estas alturas aún se puede encontrar bonito. En la plaza de abastos de Santiago se podía encontrar por 16 euros; a 12, en Vigo. El del norte, pues también abunda el atlántico (mal llamado albacora), este más asequible, en el entorno de los 8 euros el kilo si se lleva la pieza entera.
El «peixe miúdo» se mueve en horquillas más asumibles por los compradores, aunque algunos van algo más caros de lo habitual. El lirio, entre los 6 y 7 euros; el chincho, 8 y 10, 9 y 12 si ya se podía llamar xurelo.
«La gente está esperando al 11 de noviembre para que abra la centolla y poder congelar»
Los vendedores de las plazas pontevedresas confesaban ayer tener la mirada puesta en una fecha clave para el otoño: la apertura de la campaña de la centolla. El marisco rey del menú navideño de muchos gallegos está actualmente en veda y su regreso a las bancadas de los mercados es como el pistoletazo no oficial de la precampaña navideña, dado que muchos clientes hacen acopio de crustáceo que van a congelar.
Santiago Pesqueira, en Pontevedra, explica: «La gente está esperando a que llegue el 11 de noviembre, a que abra la centolla, para congelarla y, de paso que vienen a por ella aquí, aprovechan también para comprar algo más». Es una historia que se repite año tras año por eso los placeros tienen sus esperanzas depositadas en la temporada de este crustáceo. Ahora mismo, si se quiere comer centolla es posible comprarla por los cauces legales, pero no es de origen gallego, sino de procedencia asturiana. Eso la más cercana, también se puede encontrar la francesa.
En la actualidad, hay algunas personas que ya se dejan ver por los mercados echándole una ojeada a las bancadas para ver si vale la pena comprar algo para congelar. En este sentido, hay interés por el buey, otro de los clásicos en los menús navideños, que se ofrecía este jueves en Pontevedra a 18 euros el kilo, igual que en Santiago, si se trataba de ejemplares gallegos; si venía de Irlanda, el precio bajaba a 15.
«Hay gente que también está mirando almeja para congelar», indicaba el responsable de Mariscos Emilio Marsal.