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Sin indicios de criminalidad en el naufragio de un arrastrero en Gerona

Somos Mar EFE/ GERONA

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El arrastrero de litoral que se fue a pique era el Toni-Li Segundo, con casco de poliéster y casi 26 metros de eslora, según el Registro General de la Flota Pesquera, de donde procede la foto de archivo
El arrastrero de litoral que se fue a pique era el Toni-Li Segundo, con casco de poliéster y casi 26 metros de eslora, según el Registro General de la Flota Pesquera, de donde procede la foto de archivo R.G.F.P.

La Guardia Civil investiga por qué se fue a pique el día 23 un pesquero con cinco tripulantes a bordo, rescatados sanos y salvos

31 oct 2024 . Actualizado a las 11:23 h.

La Guardia Civil ya ha tomado declaración al patrón del arrastrero Toni Li Segundo, el pesquero que se hundió el pasado 23 de octubre frente la playa de la Almadraba, a 200 metros del puerto de Rosas (Gerona), y en las próximas horas entregará el atestado del accidente al Juzgado de Instrucción de Figueras. Inicialmente no se aprecian signos de criminalidad en el naufragio de un barco de 25 metros de eslora y propiedad del patrón mayor de Rosas y presidente de las Federaciones de Cofradías de Gerona y Cataluña, Antoni Abad.

Todo comenzó sobre las siete de la mañana del pasado día 23, cuando el Toni Li Segundo había salido a faenar, como otros días, y por causas que se están investigando acabó chocando contra Punta Falconera. El Margarita y Elena, otro pesquero que faenaba en las inmediaciones, consiguió rescatar y dejar a los cinco miembros de la tripulación sanos y salvos en el puerto. A partir de ese momento empezó, por una parte, la intervención de todos los equipos de emergencias para evitar al máximo la contaminación por el gasoil y aceites del barco y, por otra, la investigación de lo sucedido a cargo de la Guardia Civil.

Además según la Marina Mercante, se pidió colaboración a la Benemérita para determinar el grado de afectación del casco para abordar la emergencia por contaminación marítima en las mejores condiciones posibles. Por este motivo el Servicio Marítimo de la Guardia Civil, con base en l’Escala, abrió diligencias y está instruyendo un atestado que entregará al juzgado en breve, una vez finalizado, y por su parte el Grupo de Especialistas en actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, con base en l’Estartit, está instruyendo el informe técnico pericial.

Este informe, complementario al del Servicio Marítimo, consta de dos partes, una primera de Inspección Técnico Policial Subacuática, que se llevó a cabo el pasado día 27 en busca de indicios y evidencias que pudieran esclarecer qué pasó, y la segunda, que deberá hacerse en seco, una vez el pesquero sea reflotado por la compañía aseguradora bajo control policial. Una vez tomadas declaraciones a los implicados y hecha una primera inspección, fuentes cercanas al caso han informado a EFE de que no se aprecian signos de criminalidad.

Cuando la tripulación se dio cuenta de que se les había abierto una gran vía de agua intentaron regresar a puerto y alertaron a otros barcos que faenaban en la zona ,que les intentaron ayudar, pero la gran cantidad de agua que entraba hizo que el motor se parara, por lo que intentaron acercar el pesquero a la playa, pero en pocos minutos se hundió a casi 18 metros de profundidad. El arrastrero quedó sobre un fondo de arena frente a la playa de la Almadraba y el armador tiene de tiempo hasta este jueves para presentar el proyecto para su reflote, según fuentes de la Marina Mercante.

A pesar de que efectivos del GRAESUB de los Bomberos de la Generalitat se sumergieron para intentar taponar la salida de fuel, según fuentes cercanas a la investigación, todo el tiempo que el barco pasa hundido sigue perdiendo gasoil y aceites por varias aperturas que presenta el casco y urge sacarlo del mar. Desde Salvamento Marítimo se han trasladado varias barreras ecosorb, muy absorbentes, procedentes de la base estratégica de Salvamento y lucha contra la contaminación marina de Castellón de la Plana para intentar absorber el fuel que permanece todavía en el agua.

El pesquero tenía capacidad para llevar unos 2.500 litros de combustible y varios tanques de aceites, inicialmente se calculó que unos 1.500 litros podían todavía estar en el barco y el resto había salido a superficie generando una mancha de 25 x 100 metros. Según MARPOL, el Convenio Internacional para Prevenir la Contaminación por los Buques, que trata sobre la prevención de la contaminación del medio marino por los buques a causa de factores de funcionamiento o accidentales, se trata de un vertido «de carácter leve».