Científicos comprobarán el antes y después de pescar con pincho en los cañones de Avilés
SOMOS MAR
Tratan de cubrir las lagunas de conocimiento sobre su impacto sobre los hábitats bentónicos
23 dic 2024 . Actualizado a las 04:45 h.Hay literatura científica de sobra sobre cómo actúa el arrastre de fondo sobre los hábitats bentónicos, pero es escasa la relativa al impacto de los aparejos pasivos como el palangre. De hecho, ese vacío de conocimiento arrojó a este arte junto a la volanta y otras artes fijas al mismo saco que el arrastre cuando la Comisión decidió expulsar a todas las de fondo de 87 zonas en las que hay o se supone que hay ecosistemas vulnerables. Cubrir esa laguna es lo que impulsa el proyecto Impalha —acrónimo de Impacto del Palangre de Fondo en los Hábitats Bentónicos en los Lugares de Interés Comunitario (LIC) de la Red Natura 2000—, cuya segunda parte acaba de arrancar de manos de personal científico del Centro Oceanográfico de Santander del Instituto Español de Oceanografía (IEO, CSIC) en colaboración con la Fundación Biodiversidad, las direcciones generales de Pesca de Cantabria y el Principado de Asturias, la Federación de Cofradías de esa comunidad y la Asociación de Palangreros del Cantábrico Noroeste. En esta segunda parte del proyecto, que trata de desarrollar herramientas para mejorar la caracterización y distribución espacial de las pesquerías de palangre de fondo, incorpora una campaña experimental que consistirá en «analizar el estado ambiental de un área concreta antes y después de ser impactada con un palangre de fondo en condiciones controladas», explica el IEO en un comunicado. Eso permitirá cuantificar el impacto de este aparejo en los hábitats bentónicos; en concreto, sobre el sistema de cañones submarinos de Avilés. Además, se instalarán balizas en el arte que permitirán conocer cómo se comporta el aparejo cuando está calado, cuando está pescando y durante la maniobra de virado.
«El proyecto Impalha surge con el espíritu de contribuir al conocimiento de las interacciones entre estos artes de pesca y los hábitats bentónicos», dice Antonio Punzón, investigador responsable del proyecto. Esto es posible gracias a que se han desarrollado nuevas tecnologías y metodologías de seguimiento y análisis de la calidad de los hábitats y de la actividad pesquera que permiten ganar precisión en la evaluación de la sensibilidad a los impactos humanos sobre el medio. Precisamente, eso ha impulsado numerosos estudios sobre el impacto de la pesca sobre los hábitats bentónicos, objeto de protección a través de las directivas europeas de Hábitats y de las Estrategias Marinas. La mejora sustancial en el diseño de estas herramientas está permitiendo maximizar la protección de los hábitats y alcanzar los objetivos ambientales y de sostenibilidad, minimizando el impacto sobre las actividades económicas y sociales, explica el IEO.
El instituto también subraya que está previsto elaborar material audiovisual con el objeto de dar a conocer las metodologías y resultados del proyecto, así como actividades interactivas de proximidad con el sector pesquero. Estas actividades consistirán, fundamentalmente, en talleres participativos que propicien el intercambio de conocimientos y experiencia entre pesca, gestión y ciencia.
«Los resultados del Impalha II serán de utilidad para elaborar los planes de gestión de las áreas marinas protegidas de la Red Natura 2000 en aguas españolas. Además, tendrán relevancia internacional, ya que se podrá establecer si estos artes de pesca tienen un impacto significativo en los hábitats bentónicos y permitirá plantear estrategias de mitigación», concluye Punzón, investigador del Centro Oceanográfico de Santander.