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Tres meses sin pulpo gallego a la venta

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

CARMELA QUEIJEIRO

El 1 de abril empezará un paro biológico al que seguirá una veda hasta junio

18 mar 2025 . Actualizado a las 11:17 h.

Dejando a un lado el extraño 2020 —en el que una pandemia trastocó vida y mercados—, el año pasado fue el de peor registros de desembarcos de pulpo en las lonjas gallegas de los últimos 25 años: apenas 1.180 toneladas. Y vale, el precio medio fue el más alto de lo que va de siglo, pero no compensa, pues, apartando de nuevo el raruno 2020, la facturación por la especie fue la más baja en todo lo que va de milenio: 7,8 millones de euros, muy lejos de los 20,7 del 2010.

Lo peor, es que lo que va del 2025 las cosas no han mejorado. El arranque de este año también es nefasto. El peor de los últimos diez años, según certifican las estadísticas de la plataforma Pescadegalicia. «Hai poucos alevíns, poucos adultos...», se lamentaba ayer Daniel Formoso. De ahí que, ayer, nadie de la comisión de seguimiento del plan experimental del pulpo pusiese pegas a la decisión de la Consellería do Mar de dar un descanso de tres meses a la pesquería, el más largo aprobado por la Administración autonómica.

De abril a junio no habrá pulpo gallego fresco en el mercado. Al menos no del que llega por los cauces legales. Y congelado, solo el sometido por debajo de los cero grados antes del próximo día 1. Ese martes tendrán que estar en tierra todas las nasas que emplean las embarcaciones autorizadas a faenar con esa arte, que son más de 2.800 en Galicia. Pero eso no quiere decir que se pueda capturar cefalópodo con otra arte. Al contrario, no se podrá desembarcar ninguno, ni siquiera el que extraigan los pescadores recreativos.

Ayudas del Fempa

El primer mes de interrupción de la pesquería será una parada biológica. Los barcos tendrán que entregar el rol en Capitanía y no podrán faenar. Será una parada temporal que, como novedad —destaca la Xunta en un comunicado—, será subvencionado con cargo al Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (Fempa). Porque el amarre encaja perfectamente en las medidas de conservación que recoge ese reglamento comunitario, que, además, se realiza «para favorecer as condicións de vida e traballo das persoas que se dedican a esta actividade e para impulsar o desenvolvemento da actividade de xeito sustentable», añade Mar en un comunicado.

No es casual que el descanso arranque primero con la parada temporal. Ocurre que las ayudas que llegan de Bruselas no acaban en el bolsillo de los afectados con la celeridad que los profesionales considerarían adecuada y, por tanto, si se coloca con posterioridad a los dos meses de veda, la tardanza en los ingresos podría estrangular las ya delicadas economías de los naseiros. De esta manera, confían en poder cobrar las indemnizaciones en septiembre.

Al concluir abril arrancará la veda, que se prolongará durante los meses de mayo y junio. En ese período, los profesionales podrán dedicarse a otro recurso si es que tienen en su permiso de explotación autorizada otra arte de pesca.

A la espera de que se publique la resolución en el Diario Oficial de Galicia (DOG), Mar pactó con el sector que la apertura de la campaña 2025-2026 del pulpo coincida, como es habitual, con el de la nécora. En cuanto al resto de las condiciones, serán las mismas. Mismo número de kilos marcados como captura máxima, idénticas especies acompañantes, igual número de nasas, se mantienen los horarios de faena. Solo una diferencia: un mayor control, más exhaustivo, para impedir que se desembarque pulpo de menos de un kilo, evitar que proliferen los cacharros y nasas mal caladas y atajar, o al menos intentar, todas irregularidades.