Millán Mon ve un disparate que la Comisión rechace la cría de pulpo por ser una especie carnívora

Quizás el lastre de la acuicultura europea sobre la asiática o la de otros puntos del globo no sea casual. El exceso de regulación y la falta de comprensión podrían estar detrás de esa falta de empuje.

En el debate sobre las directrices de la acuicultura, el eurodiputado gallego Francisco Millán Mon intervino para explicar que la acuicultura «ha crecido de forma espectacular en otras partes del mundo, en particular en Asia, mientras que la producción europea en general se estanca. «La producción acuícola de la UE representa menos del 2 % de la mundial», dijo.

Mucha culpa de ese retraso la tienen, a su juicio, «las trabas administrativas existentes, los plazos larguísimos de autorización, los requisitos medioambientales que las explotaciones tienen que cumplir, y a las dificultades para encontrar una ubicación espacial», apuntó Millán Mon. Pero tampoco ayuda la incomprensión hacia este sector. Un desconocimiento como del que, según el eurodiputado popular, hizo gala la comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, al responder a una pregunta sobre la cría de pulpo de acuicultura, en la que expuso que la cría de animales carnívoros, como los pulpos, «pueden representar un riesgo de ejercer una presión adicional sobre las poblaciones de peces salvajes».

 Disparate

Millán Mon considera que «negar su producción por ser una especie carnívora no tiene mucho sentido». Y es que el catálogo de especies que cría la acuicultura europea está precisamente copada por especies carnívoras. «¿Vamos a impedir la cría del salmón, de la lubina o de la dorada porque consumen peces salvajes? Esto es un disparate», sentenció el eurodiputado gallego.

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