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No rotundo de la pesca a los eólicos en los caladeros y sin valorar otros impactos

S. SERANTES REDACCIÓN/ LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

De «histórica» califica Torcuato Teixeira (PescaGalicia) la unidad de «flotas de todas las artes» de Galicia y del Cantábrico en contra de los eólicos marinos. Parte de sus representantes firmaron el manifiesto público este jueves, en la cofradía de Burela
De «histórica» califica Torcuato Teixeira (PescaGalicia) la unidad de «flotas de todas las artes» de Galicia y del Cantábrico en contra de los eólicos marinos. Parte de sus representantes firmaron el manifiesto público este jueves, en la cofradía de Burela Pepa Losada

La flota alerta del «daño irreversible» al mar y a la sociedad en el «Manifiesto de Burela en defensa del sector pesquero del Cantábrico-Noroeste»

07 nov 2021 . Actualizado a las 17:15 h.

San Cibrao y San Brandán llama Iberdrola a los dos parques eólicos que proyecta instalar frente a las costas de A Mariña y Ortegal. Aerogeneradores sobre plataformas flotantes ocupando decenas de kilómetros de cuadrados, más el espacio del cableado submarino para transportar la energía a tierra. La pesca gallega los rechazó desde un primer momento, un no rotundo respaldado ahora por más de una veintena de cofradías, organizaciones de productores y asociaciones de armadores de Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco. «Guardianes del mar», este jueves lanzan desde Burela un manifiesto en defensa de los 4.300 barcos, 12.000 tripulantes y 48.000 empleos indirectos que ven en peligro por esos molinos, «incompatibles» con su actividad como proveedores de alimentos con la menor huella de carbono en su producción, con la biodiversidad y, por tanto, con la sociedad.

Por las «grandes incógnitas» sobre el impacto de los parques de aerogeneradores, invocan el «principio de precaución», el que los políticos les aplican a ellos cuando deciden cuánto pueden pescar y emplazan a las administraciones públicas y a las empresas a frenar los proyectos de San Cibrao y San Brandán mientras no se haga una «evaluación sensata» de su incidencia en la pesca y los ecosistemas.

Evaluar antes de montar

Como trabajadores que para subsistir dependen del buen estado de los ecosistemas marinos, los pescadores se muestran «muy alarmados» por el cambio climático. «A favor de la descarbonización», comparten la apuesta por energías renovables que reduzcan las emisiones de carbono, «siempre que se instalen fuera de caladeros de pesca» y cuenten con evaluaciones de impacto« a todos los niveles», antes de montarlos.

La «escasa plataforma continental» del litoral del noroeste español, el cantábrico y el atlántico, «difiere totalmente» del Mar del Norte o del Mar Báltico, donde la eólica marina ya está implantada. Ahí, con cientos de caladeros «catalogados y en condiciones inmejorables», faena una de las flotas pesqueras más importantes de la Unión Europea.

«Poderosos grupos de presión»

Ellos, «principales valedores de nuestros ecosistemas», trabajan desde hace siglos suministrando «proteínas de primera calidad», generando empleo y riqueza y «evitando el desempleo y el aislamiento».

Porque «no se puede jugar con la naturaleza ni con el futuro de muchas familias antes de conocer sus consecuencias», se rebelan contra los «poderosos grupos de presión que, con anuencia en muchos casos de nuestras Administraciones, pretenden imponernos una industrialización del mar en detrimento de la producción de alimentos sostenibles y saludables, del sector pesquero, sus familias y las comunidades» de zonas tan altamente dependientes de la pesca.

«El daño puede ser irreversible», subrayan en el «Manifiesto de Burela en defensa del sector pesquero del Cantábrico-Noroeste». Se remiten al informe del Parlamento Europeo sobre los aerogeneradores, que traza una línea roja para esas instalaciones cuando marca como «libres de energías renovables marinas los caladeros históricos y tradicionales específicos de los pescadores locales».

Aves, mamíferos y corrientes

Como ejemplo de las posibles consecuencias, citan al Instituto Español de Oceanografía (IEO), «que desconoce la afectación, por ejemplo, en relación a los stocks de nuestros pelágicos como la sardina, anchoa o jurel». Además de las repercusiones sobre la pesca y las poblaciones de zonas que no quieren ver «vaciadas», advierten sobre la contaminación acústica, que causaría «graves consecuencias para aves y mamíferos marinos, incluso la muerte», pudiendo también «alterar» las corrientes marinas y el oleaje, lo que influiría en los hábitats de las especies pesqueras y en los ecosistemas.

Quienes viven del mar y se proclaman «parte de la solución para paliar el cambio climático», se niegan a «ser sustituidos en nuestros mares por industrias que afecten a nuestro modo de vida y a nuestros ecosistemas, en perjuicio de toda la sociedad y para beneficio de empresas energéticas que han demostrado estar muy apartadas del interés general y del bien común».

Cofradías y asociaciones

Todas esos motivos alegan los firmantes del documento hecho público este jueves, en la cofradía de pescadores de Burela. Son las cuatro federaciones provinciales de cofradías gallegas, la autonómica, las de Asturias, Cantabria y Vizcaya, así como OP Asturias, OPP Lugo, OPP PescaGalicia, OPP Cantabria, Armadores de Artes Fijos del Cantábrico, Armastur, Avocano, Armadores de Marín, Palangreros del Cantábrico, Armadores de Ribeira, Acerga, Avoga, Orpal, Cercoastur, Apecac, PescaGalicia y Opescaya.