Barcos españoles, «al límite» al impedirles Senegal faenar pese a que la UE le paga 1,7 millones

No hay barcos gallegos en estos momentos en aguas de Senegal, un caladero complementario para cefalopoderos que pescan en Mauritania. Sí están, aunque amarrados en Dakar y «sin poder trabajar de forma regular durante los últimos 19 meses», tres buques vascos que capturan túnidos con caña y cebo vivo. El Ejecutivo senegalés se lo impide pese a que la Unión Europea (UE) le paga 1,7 millones de euros anuales, 0,8 por las licencias de pesqueros comunitarios en su mar territorial y 0,9 como apoyo a la flota local.

Cepesca, la gran patronal española del sector, y Dakartuna, la Asociación de los Barcos Atuneros Cañeros, explican que Senegal les veta la entrada en la bahía de Han para proveerse del cebo vivo, imprescindible para pescar. Y desde enero, ese país, unilateralmente y rompiendo el pacto con la UE, ha acordado no conceder nuevas licencias a barcos comunitarios.

Ambas decisiones las ratificó este 23 de febrero el ministro de Pesca de Senegal. Recibió a una delegación de los Veintisiete, encabezada por Pierre Karleskind, presidente de la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo, a quien acompañaron los eurodiputados españoles Izaskun Bilbao y González Casares. Tras «fracasar» ese intento de desbloquear el conflicto, Cepesca y Dakartuna apelan al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, para «que active las ayudas necesarias para evitar la quiebra de las empresas armadoras y la pérdida» de los empleos directos e inducidos.

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