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Rescatados los 15 tripulantes del pincheiro de Burela Nuevo San Juan tras arder el barco en Gran Sol

Ramón González Rey REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

A primera hora de este lunes llegaron al puerto irlandés de Castletownbere tras ser auxiliados por el buque Nuevo Confurco

04 jul 2023 . Actualizado a las 18:14 h.

Quince tripulantes del barco Nuevo San Juan, con base en Burela, fueron rescatados este domingo tras incendiarse el buque en el que faenaban en Gran Sol.

Los 15 integrantes de la tripulación del pincheiro, que iban a la merluza en aguas irlandesas, fueron rescatados sanos y salvos por el arrastrero Nuevo Confurco, con puerto base en Vigo. A primera hora de este lunes, sobre las 7.15, llegaron al puerto irlandés de Castletownbere, tras cerca de 22 horas de travesía.

Pasaban apenas unos minutos de las siete de la mañana del domingo, cuando el Centro de Salvamento Marítimo de Finisterre recibió la solicitud de ayuda del propio palangrero de fondo, alertando de que había 15 personas a bordo y un importante incendio en el barco, no habiendo por entonces abandonado todavía el pesquero.

Dado que el palangrero de fondo se econtraba en Zona SAR británica, Centro Nacional de Salvamento Marítimo con base en Madrid contactó entonces tanto con el MRCC UK, su homólogo británico, como con los armadores del Nuevo San Juan y del pesquero Nuevo Confurco, que se encontraba faenando en la zona y que a las 7.44 horas confirmaba que ya estaba efectuando el rescate.

Sobre las nueve de la mañana del domingo, el armador del Nuevo Confurco reportaba a Salvamento Marítimo que la tripulación del Nuevo San Juan estaba al completo a bordo del barco, en buen estado de salud, y que se habían recuperado también las dos balsas salvavidas del pincheiro burelense.

Por ahora se desconocen las causas que motivaron el incendio en el pesquero, que está ardiendo por completo y que podría hundirse en las próximas horas, dada su carga de combustible y la propia estructura de acero. Aunque se baraja la hipótesis de un cortocircuito en la proa, tanto el patrón mayor de Burela y presidente de la Federación de Cofradías Españolas, Basilio Otero, como fuentes de la Organización de Productores Pesqueros (OPP) 7 burelense, llamaron a la cautela sobre el motivo del incidente, a la espera de la correspondiente protesta de mar por parte de la tripulación, la declaración a realizar ante cualquier tipo de accidente.

El gerente de la OPP 7, Sergio López, manifiesta, no obstante, que llama la atención «o rápido que sucedeu todo», y resalta que el Nuevo San Juan, botado en 1999 y de 31,5 metros de eslora, es «un buque en moi bo estado, dos máis coidados que hai no porto de Burela». El buque pertenece a la flota NEAFC (en inglés, siglas de la Comisión de Pesquerías del Atlántico Nororiental), y realiza su actividad en aguas internacionales, británicas y europeas. Tiene 320 toneladas de arqueo bruto (GTs) y una potencia de 848 CV.

«O máis importante é que non houbo danos nin perdas humanas, xa que os 15 tripulantes foron rescatados ilesos», enfatizó López.

Las mareas de este tipo de palangreros de fondo, llamados también pincheiros, duran unos 15 días, y su actividad se dedica prácticamente por entero a la merluza del pincho. El Nuevo San Juan efectuó su última venta en lonja hace poco más de una semana y recientemente pescó en aguas francesas, desde donde se dirigió a la zona irlandesa.

El Concello de Burela publicó un comunicado en sus redes sociales en el que lamentó el suceso. «Afortunadamente están todos ben», resaltó el ejecutivo municipal, que mandó «moito ánimo e forza ao patrón e a toda a tripulación».

El armador: «Quedei paralizado, dicíanme que era todo lume e fume»

Cuando un percance sucede en un barco en alta mar, los perjuicios que pueden ocurrir sobre las personas adquieren otra dimensión debido al peligro que supone el aislamiento en el agua. Y la angustia y el sentido de la responsabilidad de saber que hay marineros a merced de la naturaleza oprimen el pecho. «Dimo a min», afirma Demetrio Paleo, armador del Nuevo San Juan, que resopla al otro lado del teléfono. «Cando me avisaron do que estaba a pasar quedei paralizado. Paralizado», repite, y se queda en silencio tras amagar con volver a hablar. Más allá de los importantes daños materiales en el barco, que ardió y podría hundirse en las próximas horas, valora que no ha habido bajas tras el rescate de 15 marineros sanos y salvos en Gran Sol.

Dicen que el trueno y el mar enseñan a rezar. Fuese ayuda divina o una feliz circunstancia, el patrón del Nuevo San Juan habló poco antes del incendio, dada la cercanía de las dos naves, con el capitán del barco que los rescató, el arrastrero vigués Nuevo Confurco. «Había dez minutos que falaran para largar libre dos nosos aparellos. Foi unha sorte grande», admite el armador del buque burelense, que apunta no obstante que cuando la tripulación dejó el barco para subirse a las balsas salvavidas, «xa sabía que viña o arrastreiro. Iso axudoulles aos mariñeiros a manter a calma», concreta.

Los acontecimientos dependen a veces de metros o minutos, y el empresario relata que la tripulación del pincheiro «estaba acabando de largar, faltáballes unha soa cacea nada máis».

Sobre la posible causa del incendió, el armador señala que conocer los motivos será «difícil non, seguramente imposible. Ao motorista parécelle que foi un cadro eléctrico que prendeu lume. Quen sabe o que ocorreu. Sucedeu todo rapidísimo, comentaron eles. Dixeron que en pouco tempo era todo lume e fume», concluye.