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Los boniteros y los espaderos ya no pueden quedarse ni un solo atún rojo

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Pesca de atún rojo con almadrabas en Barbate (foto de archivo)
Pesca de atún rojo con almadrabas en Barbate (foto de archivo) Román Ríos | Efe

Pesca cierra esa pesquería accidental a partir de la medianoche de este lunes al martes

07 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Unos cuatro días les duraron a los pescadores recreativos españoles los 37.832 kilos de atún rojo que podían descargar si no conseguían mantenerlos vivos, pues solo se les permitía practicar la pesca sin muerte. Ahora son los boniteros que faenan al curricán o cacea y los espaderos que largan palangres de superficie en el Atlántico norte quienes agotaron los 11.510 kilos de atún rojo que les autorizaban a capturar si caían de modo fortuito en los anzuelos de sus aparejos. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación acaba de anunciar «el cierre de la pesquería» a partir de la medianoche de este lunes al martes. Ya no podrán quedarse ni un solo ejemplar, ni para consumo propio ni para la venta. Deberán devolverlo vivo al mar y, «en caso de no poder evitar su muerte», descartarlo y anotarlo en el diario de pesca.

Desde principios de abril, cada bonitero tenía la oportunidad de vender un atún rojo si por casualidad picaba en los anzuelos durante cada marea, el tiempo que transcurre desde que zarpan hasta que regresan a puerto. También con la condición de que fuese una captura accesoria, no dirigida, a cada espadero le permitían desembarcar cuatro atunes rojos por marea. En cualquier caso, esas dos flotas debían comunicar con antelación a la Secretaría General de Pesca su intención de retenerlos a bordo.