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El fin de la pesca olímpica de sardina aboca al cerco a buscar cuota en Cádiz

S. Serantes REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Un cerquero desembarcando sardinas a finales de junio en Portosín
Un cerquero desembarcando sardinas a finales de junio en Portosín MARCOS CREO

Si no la compra, a la flota gallega solo le quedan «capturas accidentales inevitables»

23 ago 2023 . Actualizado a las 04:50 h.

Solo con la sardina descargada en Galicia, donde durante el último mes se vendía una media de 168.400 kilos diarios cuatro veces a la semana, los 1,19 millones de cupo que le quedaban a todos los cerqueros gallegos y del resto del noroeste español podían durar dos semanas. En realidad, siete días laborales, porque su límite de descargas son cuatro semanales. Como no son los gallegos los únicos que salen a por ese pescado azul en aguas nacionales del Atlántico y del Cantábrico, se acabó antes. A partir de las doce de la noche de este miércoles al jueves, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación cierra lo que oficialmente define como «la pesca olímpica de sardina».

Desde este jueves, los cerqueros del noroeste que quieran seguir viviendo de la sardina tienen la opción de comprarle cupo al cerco del golfo de Cádiz. Datos oficiales del pasado viernes revelan que la flota del sur todavía disponía de 6,65 millones de kilos, el 83 % de los 5,54 millones que tienen este año. Ahí cada barco gestiona de modo individual sus posibilidades de pesca de esa especie pelágica. Y los de Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco tiran de la bolsa común, con un límite por barco de entre 8.400 y 12.800 kilos semanales.

La obligación de cumplir ese tope se la recordaban este martes al sector desde el ministerio que preside en funciones Luis Planas. Era parte de una comunicación oficial informando de la prohibición de más desembarcos. La justifica porque en el noroeste «se encuentra próxima a agotarse» la cuota de sardina asignada a cerqueros y barcos que usan artes similares, como el racú y la piobardeira.

Límite de capturas accidentales

A partir de las cero horas de este 24 de agosto, «solo se permitirá la captura accidental de sardina para evitar los descartes en otras pesquerías pelágicas dirigidas, como la caballa, el jurel o la anchoa». Así llama el ministerio al bocarte, que se convierte en anchoa cuando se filetea y se prepara en semiconserva de aceite y sal. Volviendo a la sardina, Pesca advierte a la flota que las cantidades «accidentales e inevitables no supondrán más del 15 % respecto del total» del resto de pelágicos descargados por cada barco.

Porque ya hace días que su cuota inicial rozaba el límite de consumo, Pesca reforzó la del cerco de Galicia y del resto del Cantábrico con 1,75 millones de kilos de los 2,50 recibidos de Portugal a cambio de pez espada. Sus posibilidades de capturas aumentaban así a 12,83 millones de kilos, aunque el ministerio registraba como «cuota adaptada» 13,89. Los cerqueros de todo el noroeste ya habían consumido 12,7 millones de kilos hasta el pasado viernes.

Sí hay cupo para el xeito

Desde el 20 de marzo, cuando abrió la campaña de la sardina en España, en las lonjas gallegas se han descargado 11,14 millones de kilos con los que se ha facturado 10,84 millones de euros. Aunque en el último mes el precio medio por kilo cayó a 87 céntimos, el más bajo en años en Galicia, el promedio del 2023 son 97 céntimos. Sería la referencia para negociar con el cerco del sur lo que Pesca llama «transferencias temporales», en realidad alquileres a cambio de dinero.

Considerablemente mejor que para los cerqueros pinta la campaña de la sardina para los xeiteiros de las Rías Baixas. Según las cifras oficiales del ministerio, el pasado viernes todavía podían capturar 396.000 kilos de los 508.920 que tiene este año. 

El bonito también se acaba

Sin posibilidad de pescar jurel de forma dirigida de Fisterra hacia el norte, la sardina es el sustento de gran parte de los 146 cerqueros gallegos y de parte de los 100 del resto del Cantábrico. Algunos están en plena costera del bonito, donde la cuota nacional se consume a un ritmo de unos 300.000 kilos diarios. Datos de este martes indican que la flota española dispondría de unos 3,7 millones de kilos, con lo cual esa costera podría rematar en diez días.