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El cerco denuncia que el precio de la sardina se desploma porque barcos descargan en un solo día el doble de la permitida

PESCA Y MARISQUEO

Sardina
Sardina Martina Miser

Acerga alerta sobre una doble interpretación de la norma sobre los topes, con buques alijando todo su cupo semanal en una jornada

29 jun 2024 . Actualizado a las 15:23 h.

Los cerqueros que operan en el Cantábrico y Noroeste pueden, desde el pasado 1 de junio, capturar 3.200 kilos de sardina al día, con un máximo de cuatro jornadas hábiles a la semana. Así lo concreta la resolución del 16 de marzo con la que el Gobierno declaró la apertura de la pesquería en las zonas CIEM 8 c y 9 a para la flota del cerco que faena en este caladero. En aras de ofrecer flexibilidad a las empresas, el dictamen recoge que «de los topes mencionados anteriormente, se permite agrupar los cuatro semanales en dos jornadas de pesca». De la frase delimitada en cursiva se desprende que los barcos están autorizados a acumular y descargar un máximo diario de 6.400 kilos de pescado, a condición de sacrificar otra jornada de trabajo. Pero hay quien no lo entiende así, o bien pretende burlar la normativa en su beneficio. Eso denuncia la Asociación de Armadores del Cerco de Galicia (Acerga), que alerta de descargas por encima de lo permitido, de los 12.800 kilos de todo el cupo semanal en una sola visita a la lonja. ¿Las consecuencias? El desplome de los precios y el agotamiento de la cuota.

«Temos un problema complexo coa comercialización», lamenta Manuel Suárez, gerente de Acerga, que agrupa al 80 % de la flota del cerco de Galicia. Concreta que el pasado jueves, cuatro barcos descargaron en un solo día en la lonja de A Coruña su cupo semanal de 12.800 kilos de sardina. La especie, apunta, estaba vendiéndose a precios de hasta 2,60 euros el kilo y cayó entonces a máximos por debajo de los setenta céntimos.

«Con descargas así métense no mercado cantidades enormes, que non son asumibles para a venta de produto fresco, e non hai forma de acadar un prezo adecuado», razona Suárez, que aclara que situaciones similares a las del jueves en la ciudad herculina «estanse a dar en toda Galicia».

El gerente de Acerga argumenta que «é unha minoría a que ten estes comportamentos», empresas «que teñen un modelo de negocio baseado no volume e que están a buscar marxes onde non hai». No obstante, «arrastran á frota de pequeno porte a pasalo mal. Hai quen non puido facer as campañas do bocarte e da cabala. E a sardiña, na situación que estamos, ten que ser un sustento para todos», recuerda.

La situación a la que se refiere es de incertidumbre para el cerco, con el jurel declarado como pesca accesoria y el bocarte ya en el segundo trimestre del año. « A este paso imos acabar axiña a cota. De que imos vivir cando se acabe a sardiña?», se pregunta. Solo da una respuesta, alquilar cuota en el Golfo de Cádiz.

Suárez remarca que la agrupación Pescantábrico, a la que pertenece Acerga y unifica al cerco, acordó las actuales condiciones. También, que la sardina es un producto de temporada de calidad y que «temos que mirar polo prezo». Por eso reclama «sentido común». No obstante, también apela a las Administraciones. Porque este tipo de prácticas no podrían darse «sen unha disparidade de criterios en canto á inspección» y sin una normativa «que ten que ser máis clara».