El cerco agotó su cuota, pero podrá pescarlo si la compra a la flota del sur
06 ago 2024 . Actualizado a las 12:06 h.Depende de la zona el nombre popular de un pescado azul que los científicos bautizaron como Engraulis encrasicolus. Los más conocidos son bocarte, anchoa y boquerón, si bien el segundo y el tercero son semiconservas: filetes en salazón y aceite las anchoas o en aceite y vinagre los boquerones. Más allá de las denominaciones, consumir el del noroeste fresco no será tan fácil porque la flota ya no podrá capturarlo a partir de las doce del mediodía de este 6 de agosto. Visto que la cuota española «se encuentra próxima a agotarse», el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha acordado el cierre precautorio de la campaña en la zona 8, en el noroeste, desde el norte de Fisterra a la desembocadura del Bidasoa.
A los mercados aún llegarán ejemplares de ese pez pelágico pescado antes de este mediodía. También podrán comercializarse si, como hacen con la sardina, los cerqueros gallegos, asturianos, cántabros o vascos le compran cupo a los armadores del sur, del golfo de Cádiz.
Sin tasas ni impuestos, a la flota gallega se lo pagaron a medias de 1,11 euros el kilo en julio, cuando importantes bancos de bocarte alegraron a los cerqueros que lo cogieron y animaron lonjas como las de A Coruña, Burela o Celeiro, entre otras.
Nada menos que 1,56 millones de kilos se subastaron el mes pasado en la comunidad gallega, más del triple que en junio, según las cifras oficiales de PescadeGalicia. De acuerdo con esta plataforma gestionada por la Consellería do Mar, en lo que va de año se han vendido cerca de 2,1 millones de kilos de bocarte, más del doble que el año pasado por estas fechas, menos de la cuarta parte que en el 2022 y por debajo de los 3,1 millones del 2021. Las lonjas gallegas facturaron 2,6 millones de euros en este 2024, 2,05 el ejercicio anterior, 1,2 en el 2022, 5,1 el año precedente y 2,78 en el 2020.
En realidad, estas transacciones no reflejan las capturas ni los ingresos de los cerqueros con base en la comunidad autónoma. Faenaron y descargaron en otras lonjas del Cantábrico porque el bocarte no apareció en aguas gallegas hasta el mes pasado.
Más kilos que el año pasado
La campaña de ese pescado azul arrancó en el noroeste en marzo y se dividió en dos tramos. Comenzó con 31,61 millones de kilos, 1,4 más que el año pasado. De marzo a julio, la bolsa común disponible para todo el cerco tenía un tope por barco y día de entre 8.000 y 10.000 kilos, pero a partir de julio se redujo a entre 4.000 y 5.000. Datos del ministerio sin actualizar indican que la semana pasada quedaban unos 300.000 kilos.
Con cuotas individuales por embarcación, los cerqueros del golfo de Cádiz y los del norte que faenan de Fisterra al Miño pueden capturar este año 10,2 millones de kilos. Aún les quedan algo más de 2 millones, prácticamente todos para la flota del sur porque a la del norte le asignan 27.246 kilos, aunque puede reforzarlos comprando cupo en el sur.
Con la pesca dirigida de jurel prohibida desde Fisterra al Bidasoa y con la cuota de sardina también consumida, a expensas de posibles refuerzos mediante intercambios con Portugal que llevan a Pesca a mantener abierta esa pesquería, el cierre del bocarte pone contra las cuerdas a la flota gallega del cerco.