Patrocinado porPatrocinado por

La UE vuelve a atrasar la revisión de las 87 vedas pese a que la flota se desangra

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Un pincheiro recibiendo asistencia sanitaria en Gran Sol (imagen de archivo)
Un pincheiro recibiendo asistencia sanitaria en Gran Sol (imagen de archivo) ISM

A la espera de sentencias, demora a marzo el informe de impacto socioeconómico

31 ago 2024 . Actualizado a las 04:55 h.

Desplazados de sus caladeros históricos desde que en septiembre del 2022 la Comisión Europea impuso 87 vedas a toda la pesca de fondo en cantiles de España, Portugal, Francia e Irlanda, pincheiros (palangreros demersales) se han reconvertido en volanteros. Eso si pudieron asumir una inversión de casi medio millón de euros por barco, mientras otros han tirado la toalla y han vendido los buques, asfixiados por la pérdida de rentabilidad. Cuando la flota de Gran Sol se desangra, pese a que el pincho se considera el arte más selectivo, la UE que la obligó a desplazarse de sus aguas habituales —basándose solo en el impacto del arrastre de fondo sobre áreas marinas vulnerables— vuelve a saltarse su obligación de revisar cada año los vetos. No lo hizo en el 2023 y todo indica que tampoco ahora, aunque sobre la mesa está la posible ampliación a 104 o 115.

Al menos así se deduce de una comunicación enviada este 30 de agosto por Charlina Vitcheva, directora general de Asuntos Marítimos y Pesca en la Comisión, a los Gobiernos nacionales, a los consejos consultivos, a las patronales europeas del sector y a sindicatos. No menciona la revisión, pero les comunica que el Comité Científico, Técnico y Económico de la Pesca (STEFC, por sus siglas en inglés) no prevé publicar hasta finales de marzo del 2025 el informe del impacto socioeconómico de las vedas sobre las flotas de litoral y de altura.

Un documento clave porque con él, tal y como anunció la propia Vitcheva, pretenden «abordar y corregir» cómo deciden los espacios donde se sabe o se supone que puede haber corales de fondo o esponjas marinas y, paralelamente, elaborar una «evaluación socioeconómica más amplia». Ahora la directora de Asuntos Marítimos y Pesca anima a las partes interesadas a presentar antes del 17 de septiembre «sugerencias de material científico adicional o actualizado».

Fuentes del sector pesquero gallego coinciden en que sin ese informe la Comisión carecería de justificación para replantear las 87 vedas. Con Virginijus Sinkevicius como comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, se negó a retirarlas, ni siquiera para pincheiros y volanteros, pese a carecer de información científica sobre su incidencia en los espacios marinos vulnerables.

Desde la pesca llaman la atención sobre la coincidencia de esta segunda demora con el compás de espera abierto en julio, cuando el Tribunal General de Justicia de la Unión Europea celebró en Luxemburgo una vista oral conjunta por los dos recursos contra los vetos a toda la pesca de fondo que presentaron el Reino de España y la Organización de Productores Pesqueros de Burela. No hay fecha para la sentencia, pero los demandantes reclaman la anulación de las vedas.

Dirigentes pesqueros interpretan este nuevo aplazamiento de la revisión como «otra prueba de que la Comisión es consciente de que se ha equivocado gravemente y no sabe cómo reconducir su fracaso como gestora».