Vigo es el puerto de España que menos usa el ferrocarril para mover mercancías
PUERTOS
Lleva en tren el 0,28 % de su tráfico, mientras Europa pide que se fomente
07 dic 2022 . Actualizado a las 01:42 h.Vigo enfrenta el impulso europeo del ferrocarril como el puerto español que menos lo usa. Tan solo un 0,28 % de las mercancías que pasan por los muelles olívicos se mueven por las vías de tren, lo que representa la menor cifra del conjunto de la red portuaria estatal. El porcentaje contrasta con las de otros puertos nacionales, como Marín, Santander o Bilbao, que ya transportan por se medio más de un 10 % de sus mercancías.
En términos absolutos, la terminal de Guixar movió 12.470 toneladas por ferrocarril en el 2021. La mayoría de ellas, 11.882, fueron para embarcar. Se trata de una cifra ínfima en relación a la que se maneja en el tráfico de mercancías por carretera, que es de 4.375.979 toneladas.
A Vigo le sigue Alicante en el bajo empleo del ferrocarril, con un 0,33 % de uso a la hora de enviar su mercancía por tierra. Son los dos únicos grandes puertos españoles cuyo porcentaje se encuentra por debajo del 1 %. Los productos pesqueros que se mueven en Vigo, consolidada como referente en este tipo de carga a nivel europeo, se desplazan hasta otros puntos peninsulares en camiones y furgonetas refrigerados.
En la otra cara de la moneda se encuentran los puertos de Santander, Bilbao, Barcelona o Gijón, que han impulsado las conexiones por ferrocarril para casi un 10 % de las mercancías que trasladan. En términos absolutos, de nuevo Barcelona es el puerto que más emplea el tren, alcanzando las 3,7 millones de toneladas movidas el año pasado. Eso sí, por carretera la terminal catalana movió hasta 35,5 millones de toneladas.
Entre los 28 enclaves portuarios también se encuentran Almería, Cádiz, Baleares, Cartagena, Castellón, Ceuta, Ferrol, Las Palmas, Málaga, Melilla y Tenerife, que no registraron ningún momento por tren en el 2021, según las cifras que maneja Puertos del Estado.
El impulso al ferrocarril forma parte de los planes estratégicos defendidos desde hace años por la Autoridad Portuaria de Vigo, que proyecta la conexión de la terminal de Bouzas con este sistema. El presidente de la institución, Jesús Vázquez Almuiña, promueve su uso para aliviar las congestiones de la automoción en este espacio y aumentar actividad industrial en la ciudad. A la espera del estudio de la salida sur que lleva a cabo el Ministerio de Transportes, el Ayuntamiento se opone.
La carga y descarga de vehículos representa el principal tráfico del puerto olívico, que prevé 97,4 millones de euros de inversión hasta final de esta década en la conexión de ferrocarril. A ellos hay que añadir los 25 millones reservados por la Autoridad Portuaria para dotar también a la plataforma logística de Salvaterra-As Neves de conexión por tren.
Vázquez Almuiña apunta a los dictámenes y recomendaciones que reciben desde Europa. Bruselas pide que se fomenten las conexiones portuarias por ferrocarril en tanto que es uno de los medios de transporte menos contaminantes y más operativos.
El presidente de Puertos del Estado, Álvaro Rodríguez Dapena, ha señalado este mismo fin de semana la «precaria accesibilidad terrestre, sobre todo ferroviaria» de las infraestructuras portuarias nacionales y la necesidad de reconducirlas cuanto antes.
Séptimo en promoción del hidrógeno verde
El proyecto Julio Verne liderado por la Autoridad Portuaria de Vigo ha salido escogido como el séptimo de España en el marco de la primera convocatoria de Proyectos Pioneros y Singulares de Hidrógeno. La propuesta viguesa, que compitió junto a otro centenar de planes, recibirá 2,4 millones de euros de los fondos Next Generation coordinados por Europa. Según los planes que maneja el Puerto vigués, el proyecto Julio Verne estará en funcionamiento a comienzos del 2024. Contempla la implantación de una hidrogenera de acceso público en zona portuaria, que permitirá su uso para diferentes aplicaciones de movilidad terrestre y propulsión marina. Para la producción de hidrógeno se utilizará, en una primera fase, un electrolizador alcalino de 1,4 megavatios de potencia alimentado por energías renovables. Esta instalación será capaz de generar más de 570 kilos diarios, el equivalente al repostaje de 40 camiones pesados.