¿Tiene techo «El Intermedio»?

Olalla Sánchez Pintos
Olalla Sánchez MOITO CONTO

TELEVISIÓN

04 jun 2015 . Actualizado a las 12:27 h.

No es un telediario al uso ni aspira a competir con ellos, pero durante las pasadas elecciones el espacio del Gran Wyoming se convirtió en la primera opción para muchos espectadores necesitados de información alternativa, alejada de la rueda de prensa y con la necesaria carga de acidez y contexto como para poder digerirla.

El veterano programa, de agudo guion, sabe explotar lo que le da éxito, una licencia que le permite diseccionar y sacar punta a la corrupción o a las salidas de tono más disparatadas. Una constante que la popular Esperanza Aguirre, en su desquiciada campaña, no entendió ni calculó. Su guerra abierta con Wyoming a raíz de su polémica declaración de la renta, no hizo sino aumentar la lengua ácida del presentador y el fervor de la audiencia más comprometida que buscaba una respuesta de humor inteligente. Ya en racha, el formato, que crece en entrevistas, se confirmó como un plató por el que los políticos se dejan querer. Manuela Carmena, con su celebrado testimonio a favor de la «reinserción» de Aguirre, o una conciliadora Cristina Cifuentes elevaron su share hasta un histórico 17,6 %.

El Intermedio, un contrapoder televisivo políticamente incorrecto, lo tiene todo a favor. Seguirá imparable y con la complicidad del público mientras no rebaje su lúdica crítica y no cambie el Gobierno.