El desgarrador detalle oculto del final de «Adolescencia» y otros secretos de la serie de Netflix
TELEVISIÓN
Los creadores de la serie han explicado algunos de los elementos escondidos de la cuidada ficción, como la reveladora canción que da paso a los créditos o las fotografías que ayudaron a Stephen Graham a desmoronarse
22 mar 2025 . Actualizado a las 19:54 h.Adolescencia ha cautivado a los espectadores de Netflix a través de una cruda historia filmada a través de cuatro virtuosos planos secuencia —uno por capítulo— en donde cada elemento funciona como un reloj suizo para proporcionar esa sensación envolvente y próxima a los protagonistas del drama. Nada de lo que aparece en esta montaña rusa emocional está al azar. Muchos pequeños detalles, secretos o decisiones están ahí para enriquecer con sus diferentes capas la intimista historia que rodea a un crimen y a la supuesta autoría por parte de un aparentemente inofensivo adolescente.
Entre todas esas pequeñas joyas escondidas, hay varias en la escena con la que cierra la serie. Y una de ellas, revelada por el propio director y actor Stephen Graham —interpreta al padre— ha supuesto un mazazo para muchos espectadores.
La canción del personaje invisible
En esa última escena, el padre del joven detenido se adentra, casi a escondidas, en la habitación de su hijo, la estancia que, por la experiencia familiar, se ha convertido casi en territorio prohibido. Una vez allí, Eddie Miller (Stephen Graham) se sienta en la cama y, entre lágrimas, le pide perdón a su pequeño, mientras mete en la cama y arropa al pequeño osito de peluche, como símbolo aún de la niñez e inocencia que le suponía hasta el descubrimiento de los hechos. La escena es por sí misma potente. Fue ahí donde empezó todo, con la irrupción de la policía para llevarse a un chaval que no es capaz ni de contener su vejiga, y donde acaba.
Pero es en la canción que empieza a sonar y que da paso a los títulos de crédito donde está el pequeño regalo a los espectadores. Suena el tema Through de Eyes of a Child, de la cantante Aurora. Su título, A través de los ojos de un niño en su traducción al español ya resulta evocador. Pero la sorpresa es que no es Aurora la que lo canta, sino Emilia Holliday, la actriz que interpreta a Katie, la niña asesinada y que nunca llegamos a ver en la serie.
«Katie es también parte de toda la serie. Su presencia está siempre ahí», explicó, emocionado, el director Philip Barantini, el que descubrió que la joven sabía cantar y pensó que sería el broche de oro perfecto para dar paso a los títulos de crédito. Un pequeño detalle que le da un último protagonismo a la gran ausente por triste obligación, y que sirve para recordar que, en última instancia, es ella la verdadera víctima de todo esto.
Unas fotos de familia que ni el actor esperaba
No es el único detalle escondido en esa última escena, que cierra la serie con el desmoronamiento de un padre autoobligado a lo largo de su vida a esconder sus emociones. El director, Philip Barantini, quiso ayudar a Stephen Graham a hacer una actuación más convincente, y para ello, imprimió fotografías de la familia del propio actor y las pegó dentro del armario.
«Si miras con atención a la escena, vas a ver que mira a su lado derecho, y se fija en las fotos y las notas. Le hizo desmoronarse», ha indicado el realizador, «todas las tomas anteriores habían sido muy diferentes; todas ellas aun así muy emocionales, pero la última, la que usamos, era real, cruda, e inesperada incluso para él mismo».
El propio intérprete admite lo efectivo que fue. «Me llegaron al corazón, y los grifos se me abrieron solos», expresó.
Un cuchillo en la pared que lo preconiza todo
Hay que esperar al final del primer capítulo para descubrir los datos concretos del crimen y las pruebas que sustentan la acusación de la policía para llevarse a Jamie.
Pero, como han detectado algunos espectadores, hay un detalle ya desde el mismo momento en el que vemos al adolescente por primera vez que ya preconiza detalles importantes del crimen.
Cuando la policía irrumpe en la habitación del chaval, el pequeño, nervioso y todavía adormilado, empieza a mover los brazos sin ton ni son, y una de sus manos se dirige a un trozo de la pared en la que se ha roto el papel y cuya forma recuerda potentemente a un cuchillo, el arma del crimen.
«No puede haber sido por accidente», dice la usuaria de Tiktok que lo percibió, «el nivel de detalle en esta serie lo hace una obra maestra».
Un sándwich no demasiado apetecible
Uno de los detalles que parecen más gratuitos sucede durante el episodio más emocionalmente difícil de ver, el tercero, en la visita de la psicóloga al pequeño en el centro de detención.
Briony llega con un sándwich de queso y pepinillos, que a Jamie no parece hacerle demasiada gracia, y que indicaría a priori denotar que la especialista no parece conocerlo mucho.
Según ha explicado la psicóloga Danielle Haig, ese hecho podría suponer una estrategia deliberada por parte de la profesional para testar a Jamie. ¿En qué consiste? La elección de llevarle un sándwich que contiene algo que él detesta, le serviría para probar una teoría. «Si lo coge sin quejarse, indicaría que el niño tiene un historial de sentirse desamparado y de estar acostumbrado a que le hagan las cosas, pero no que se las hagan especialmente pensando en él», explica. «en cambio, si se niega rotundamente, indica desafío o necesidad de llevar el control de una situación en la que tiene muy poco poder».
Jamie, aunque se queja con la boca pequeña, sí recoge con buen gusto, en un primer momento, el sándwich de la profesional.
Un único plano secuencia por episodio, pero decenas de rodajes
Una de las grandes preguntas que han surgido a raíz de la serie, dado el virtuosismo técnico, fue: ¿está rodado todo en tomas únicas? Y la respuesta es un rotundo sí. Hizo falta mucha planificación, y también muchos rodajes, pero el resultado final son cuatro únicos planos secuencia, sin trucos.
Según ha explicado Netflix, la previsión inicial, después de los ensayos con todos los actores e implicados, era grabar cada episodio diez veces en cinco jornadas. Al final, fueron muchas más, ya que ante cualquier problema, había que cortar y volver a empezar, de modo que algunos episodios tuvieron más de diez tomas.
La propia cuenta oficial de Netflix explicó qué tomas se usaron en la versión final. Para el episodio 1, se usó la segunda toma, rodada el primer dia. Para el episodio 2, se utilizó la 13.ª toma; para el tercero, la 11.ª toma; y para el cuarto, la 16.ª. Estas tres fueron todas las versiones del quinto día de rodaje de cada una de ellas.
Para los ensayos, se hacía de forma acumulativa, sumando cada día unos minutos del capítulo, de modo que a final de semana ya podían hacer ensayos completos. En esa coreografía, tanto actores como técnicos tenían que participar, bien para no salir en plano o bien para que, en el caso de tener que hacerlo, parecieran personajes propios de la escena.
Especialmente, en el segundo capítulo, en el colegio, donde participaban 320 adolescentes como alumnos y 50 adultos como profesores y padres. Y cuya complejidad técnica incluía una persecución saliendo por una ventana o un plano aéreo final, que consiguieron a través del uso de un dron.
¿Por qué acaba declarándose culpable?
Una de las grandes dudas para la mayor parte de la audiencia es el giro radical y sin consensuar con sus padres que toma el chaval, al decidir que se va a declarar culpable del crimen que ha cometido. Una decisión que rompe por completo a su familia en su intento de recuperar la normalidad.
La razón de cambiar de opinión en un tema de tal calibre en su futuro indica que, a pesar de lo sucedido en el tenso capítulo anterior con la psicóloga, las estrategias y reflexiones que aplica sobre Jamie parecen haber surtido efecto. Y el niño ha sido capaz de procesar las razones del crimen que ha cometido. Declararse culpable, asumiendo la responsabilidad y a pesar del efecto que puede tener en su familia, es un primer paso hacia la rehabilitación efectiva del joven cuando cumpla su pena.