El Dépor rescindió a Menudo tras irse a la final de Copa sin permiso

Xurxo Fernández Fernández
Xurxo Fernández REDACCIÓN / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

La salida del jugador se suma al fallo de Competición antes de recibir a otro candidato a la promoción

29 abr 2022 . Actualizado a las 19:59 h.

Si el césped de El Prado no hubiera precisado una resiembra, es probable que Juan Carlos Menudo siguiera hoy enrolado en el Deportivo. El curioso efecto dominó arranca en el cambio de fecha del encuentro de Talavera y concluye en la previa de un trascendental duelo con la Unión Deportiva Logroñés. Una cita tan importante como cada una de las que ha disputado a remolque el conjunto blanquiazul. Desde que el Racing de Santander diera el sorpasso a los coruñeses, los reveses han ido acumulándose dentro y fuera del terreno de juego. A lo largo de esta semana han disparado su protagonismo aquellos que menos tienen que ver con el balón.

El jueves, el juez único de Competición se destapaba con una resolución memorable, en la que venía a dar la razón al Dépor en su denuncia para después fallar a favor del Bilbao Athletic, contra su voluntad. Dos puntos menos en las cuentas para consolidar al segunda plaza, a expensas de lo que decida Apelación en torno a la alineación indebida del conjunto vasco en Lezama. Un día más tarde, coincidiendo con la víspera del choque en Riazor, el club conseguía resolver el contrato de Menudo, abriendo un frente en el entorno a cambio de cerrar otro en el interior.

El futbolista andaluz había salvado el mercado invernal con la intención firme de no mudarse, atendiendo a su situación familiar. Se vio capaz de abrirse camino en los planes de un entrenador que apenas le había dado bola y por un momento pareció que así sería. Sin embargo, tras ser titular frente al Calahorra, no volvió a contar. La falta de oportunidades acabó en claro distanciamiento y de ahí a alguna baja oportuna cuando el equipo debía actuar a domicilio. Nada extraordinario, hasta la final de Copa del Rey.

«Hoy lo primero que he hecho ha sido felicitarlo por la victoria de su Betis ayer». Es curioso que una de las últimas ocasiones en que el futbolista y el técnico cruzaron palabra fuera tras la clasificación para semifinales del conjunto bético, del que el primero es aficionado pese a su etapa formativa en el Sevilla. Después, los del Benito Villamarín se meterían también en la final de La Cartuja. Cita en casa con el equipo de sus amores. Sábado 23 de abril. Irresistible tentación. Además, en el calendario aparecía marcado el partido del Dépor el viernes 22.

Hasta que pasó lo del césped de El Prado. Detalle menor para el ojo ajeno y el origen de la desgracia para el mediapunta andaluz. La Federación atendió la petición del Talavera para trasladar el choque con los coruñeses al domingo 24 por la resiembra de la cancha donde se debía jugar. La expedición a tierras manchegas arrancaría horas antes de que el Betis se midiera al Valencia.

A falta de versión del futbolista —su agente ha rechazado ofrecerla—, este se habría caído de la convocatoria por una infección de covid que no le impidió tomar un vuelo y acudir a la cita equivocada. Cazado en el acto, él (o su entorno) habría errado la reacción, empantanando en el caso a un compañero e iniciando una huida hacia delante que se cerró en rescisión de contrato por acumulación de faltas graves, registradas en el código interno blanquiazul.

Despropósito sobre el que no quiso dar detalles su ya exentrenador. «Es una decisión de la dirección deportiva; del club. Me transmiten lo que ha ocurrido después del partido del Talavera y toman una decisión acorde a los valores que creen que deben respetarse por el escudo, el propio club y lo que queremos que sea el Deportivo. Me remito al comunicado oficial —que nada aclara— y si alguien tiene que dar una explicación es el club y el jugador», manifestó Borja Jiménez. El técnico regateó varias veces las preguntas sobre el caso durante la comparecencia para analizar el choque con la UD Logroñés. El próximo visitante de Riazor es el equipo donde explotó la capacidad goleadora del portador del 10; dorsal ya sin dueño en el anfitrión.