Los niños que rescataron al Deportivo

TORRE DE MARATHÓN

Mella y Yeremay celebrando el gol del canario frente al Fuenlabrada.
Mella y Yeremay celebrando el gol del canario frente al Fuenlabrada. Marcos Miguez

Abegondo ejerció de salvadora en el peor momento de la historia del club blanquiazul, con Mella y Yeremay como grandes exponentes de la apuesta

12 may 2024 . Actualizado a las 23:18 h.

Hace ya más de una década, coincidiendo con el primer descenso del equipo a Segunda, el deportivismo escuchó por primera vez la promesa de que el club miraría hacia abajo, a la cantera, para sentar las bases de futuro. Durante todo este tiempo, las perlas de Abegondo se acostumbraron a emigrar para hacerse un nombre en el fútbol, sabedores de que en casa iban a tener muy difícil triunfar en el fútbol profesional. Los propios responsables de la cantera blanquiazul realizaron encuestas anónimas entre los chavales preguntándoles bajo qué condiciones se irían del Dépor y la respuesta fue abrumadora. Ni el dinero, ni la aparición de otro club de gran calado mundial. «La falta de oportunidades en el primer equipo», sentenciaron, en su mayoría.

Esta temporada, la dinámica ha cambiado y si el Deportivo ha conseguido regresar al fútbol profesional es, en gran medida, por sus niños. Dos encarnan a la perfección esa frescura que contagió al deportivismo una enorme ilusión: Yeremay Hernández (Las Palmas, 2022) y David Mella (Teo, 2005).

Sin ellos durante buena parte de la primera vuelta por sus respectivas lesiones, el equipo fue ramplón. La estadística de Yeremay es brutal. Sin el canario, el equipo coruñés jugó 12 partidos, de los que solo ganó tres (0-1 al Sabadell, 1-0 al Nàstic y 2-0 a la SD Logroñés). Apenas 15 puntos de 36 posibles. Volvió a jugar ante el Barcelona B, en la decimoquinta fecha del campeonato, y el Dépor pasó a enlazar, en ese momento, una extraordinaria racha de 15 victorias, 2 empates y tan solo una derrota (en León, por 1-0). 47 puntos de 54 posibles. Su estadística personal (4 goles y 4 asistencias) en esa racha no le hacen justicia.

Su importancia en el juego fue absoluta, tanto a la hora de abrir el campo como de jugar por dentro. Su irrupción fue un antes y un después para el equipo. El deportivismo todavía se pregunta por las razones de no haber disfrutado de él mucho antes, ya que ni Óscar Cano ni Borja Jiménez supieron darle esa continuidad que comenzó a disfrutar con Rubén de la Barrera y que mantiene ahora con Imanol Idiakez.

La bala de Teo

La otra gran sensación de la temporada es Mella. La bala de Teo, todavía juvenil, fue la pieza que le faltaba por encajar a este Deportivo. Ese jugador capaz de romper defensas con su velocidad y descaro. No es casual que la racha de siete victorias consecutivas que perpetró el cuadro blanquiazul entre el 21 de enero y el 3 de marzo coincidiese precisamente con el momento elegido por Idiakez de darle la camiseta de titular. Mella entró en el once en el duelo contra la Ponferradina y ya no salió más, al menos por razones deportivas.

No estuvo en Majadahonda porque la selección española sub-19 lo llamó a filas y en el siguiente, en Cornellà, solo dispuso de media hora por el temor a que pudiera sufrir algún problema físico, ante la sobrecarga de partidos con España. Mella marcó 5 goles y dio 3 asistencias en esta recta final de campeonato en la que se erigió como uno de los jugadores más queridos por la afición.

Renovados

El deportivismo ya se frota las manos pensando en sus niños en el fútbol profesional. Y más tras la renovación de ambos. Yeremay escenificó su apuesta firmando un contrato de larga duración hasta el año 2030, mientras que Mella lo hizo hace diez meses hasta el 2026. Ambos deben sentar las bases del Dépor del futuro, ese que ha empezado a construirse desde Abegondo. Por el momento, ya han logrado algo que parecía impensable hace solo unos meses: sacar al equipo del pozo de la Primera RFEF. Toca seguir creyendo en ellos.