«En los años 80 los que hacíamos jazz éramos cuatro gatos»

VIGO

El pianista y compositor conserva entre sus recuerdos el primer álbum de su carrera con la Baio Ensemble

12 oct 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El jazz es la vida para Alberto Conde, y todos sus momentos y objetos más preciados están relacionados con él. El músico ourensano nacido en Caracas en 1960 y afincado en Vigo desde su juventud, fue uno de los pioneros de la promoción del jazz en Galicia, y un superviviente que continúa en la brecha mientras las generaciones se han ido renovando al tiempo que él ha ido reinventándose. Ahora es uno de los compositores e intérpretes más reconocidos del panorama gallego y es además profesor en el Conservatorio Superior de Música de A Coruña, uno de los pocos centros que ofrecen esta especialidad. Pero sus inicios fueron más duros. A los 23 años montó una escuela privada, la Baio Ensemble, que fue una verdadera escuela para los muchos que querían aprender y no sabían dónde hacerlo. Además de enseñar, la Baio tuvo su propia historia como formación musical, y el fruto de su primer trabajo, Paisajes , es el tesoro que Conde guarda con más cariño. «Fue el primer disco de mi carrera musical y para mí tiene un valor especial. Le tengo mucho cariño porque fue mi primer trabajo serio».

Cuando Cuchús era Jesús

El músico muestra con orgullo el álbum de vinilo en el que también aparece Cuchús Pimentel en los créditos como coautor de Bulerías para Elías , pero cuando aún se hacía llamar Jesús Alonso y todavía no había sido abducido por la guitarra flamenca. El elepé se fraguó casi sin pensarlo y recuerda cómo se grabó: «Hicimos una maqueta, se la llevamos a Paco Montes, el periodista especialista en jazz de Radio Nacional. La puso y luego empezó a enseñarnos los estudios, aquí esto, aquí lo otro... y aquí es donde vais a grabar el disco. ¡¿Qué disco?! Pues a los dos meses firmábamos el contrato y en seis horas grabamos lo que nos dio tiempo, porque el técnico nos amenazaba con que se iba. Y poco después nos llamaron para participar en Jazz entre amigos , que durante casi una década fue el referente del jazz en televisión», evoca.

«En aquellos tiempos éramos cuatro gatos: Nani García, Fernando Llorca, Baldo Martínez y yo, los que hacíamos jazz en los 80». La situación se normalizó, pero para eso tuvo que pasar mucho tiempo y Alberto confiesa que los 90 fueron para él años duros.

Alberto Conde ha tocado numerosos palos pero sin soltar el tronco del jazz, aunque en sus inicios fue la guitarra la que le llamó por la senda de los pentagramas. De aquella época guarda una clásica Ramírez entre sus joyas del pasado. El músico comenzó sus estudios en el Conservatorio de Ourense graduándose en guitarra clásica teniendo a Tomás Camacho como maestro. Pasó por los seminarios de Jazz en Banyoles, el Taller de Músicos de Barcelona y la San Diego School of Performing Music antes de montar la Baio Ensemble, y más tarde estudió piano de manera autodidacta.

Entre sus elepés de museo se encuentra también una grabación que recuerda el XXI Festival Internacional de Jazz de San Sebastián, (con el que la Baio Ensemble en formación de quinteto consiguió el segundo premio), y el segundo y último vinilo de esta banda singular: Diálogos , que apareció en 1990 y se reeditó en el 95 en cedé a modo de despedida. Aparece sobre la mesa como un anacronismo un elepé de Los Satélites en su 50 aniversario, pero no es un error: «les hice los arreglos», recuerda. En 1987 fue contratado como director y arreglista de la popular orquesta de A Coruña, hasta el año 1990.

Hablando de alhajas, Alberto Conde también destaca una antigua partitura manuscrita con la que se presentó al primer concurso de composición para Orquestra de Jazz Contemporáneo celebrado en Madrid en 1987, organizado por la fundación Plató y la SGAE, teniendo en el jurado a estrellas como Chick Corea, Pedro Iturralde o Antón García Abril. Quedó entre los diez finalistas.

Entre una cosa y otra, el pianista se forjó una carrera, cuando menos, original. Fue de los primeros que tuvo el atrevimiento de remover en la misma olla al folk gallego con el jazz americano. Y es que el estilo de Alberto Conde se caracteriza por combinar elementos de distintos géneros: muiñeira, Bulería, vals, jota.... De hecho, se le atribuye la creación de un estilo inspirado en la tradición gallega bautizado como «Muiñeira Jazz». Y también colaboró con el arpista y compositor Emilio Cao en el Xacobeo 93, arreglando música tradicional y del propio compositor para la Orquesta Clásica de Madrid.

La fusión del jazz con la música popular gallega y la música clásica siguió guiando sus pasos en un ambicioso y pionero proyecto en dos tiempos que duró del 96 al 99, para el que creó el Alberto Conde Grupo: A Lagoa dos Atlantes y Celtrópolis .

Después decidió centrarse en el jazz aunque manteniendo la denominación de origen que le caracteriza, formando junto al contrabajista Baldo Martínez, y al baterista-percusionista Nirankar Khalsa, el Alberto Conde Trío. Con ellos lleva hasta ahora publicados dos trabajos: Entremares y Andaina . Y entre la Muiñeira Jazz y el Jazz-Jazz, otra rareza, el compositor estrena en el año 2002 Sonidos de Bitácora, un concierto sinfónico para guitarra y orquesta interpretado por el guitarrista Tomás Camacho y la joven orquesta sinfónica de Viana do Castelo.

El curso acaba de empezar en el Conservatorio de A Coruña. Hay mucho que hacer. Mucho trabajo pero también momentos de placer. Por ejemplo, compartir escenario en el maestro Steve Brown el próximo martes en el Arteria Noroeste de Compostela. Un lujo.