Vigo se convirtió en el centro de operaciones en el primer día de descanso
27 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La Vuelta Ciclista a España ya está en Galicia para afrontar cuatro etapas decisivas. Tras acabar en Granada la novena, los equipos comenzaron a llegar en la tarde del domingo al aeropuerto de Peinador y ayer, la mayoría de ellos ya tenían montados sus cuarteles generales en Vigo y alrededores para recuperar fuerzas en el día de descanso. Este mediodía volverán a la carretera para cubrir los 150 kilómetros largos que separan, según el libro de ruta, Ponteareas de Baiona. Mañana será el turno de la etapa de Padrón, luego llegará la ascensión a Manzaneda y el jueves será el momento de la traca final, con la subida al puerto de Ancares, una etapa tan dura como decisiva dentro de una ronda que el australiano Ben O’Connor ha puesto patas arriba contra todo pronóstico.
La Vuelta se dejó notar en Vigo en el primer día de descanso. Diferentes ciclistas rodaron por las carreteras de la ciudad a lo largo de la jornada. La zona de Samil fue una de las más frecuentadas por los participantes. La mañana se prestó para la práctica, con temperaturas agradables que superaban tímidamente los 20 grados. Algunos optaron por pedalear junto a su equipo, en pelotón, mientras que otros prefirieron hacerlo en solitario. Incluso se pudo observar a varios aficionados paseando por los alrededores del arenal, desde los más pequeños hasta los más mayores.
Todo, después de una primera semana de competición que ha roto por completo cualquier guion, lo que convierte en clave a la semana gallega para hacer una selección definitiva de quiénes tienen opciones de abordar el triunfo en la tercera y última semana de la gran ronda. «Esta es una Vuelta muy abierta, más interesante que el Tour para el espectador», comentó Enric Mas, el jefe de filas del Movistar, tras la etapa de Granada. Mas pidió el mismo calor en el norte que en Andalucía.
El denominado Territorio Galicia en el argot ciclista (subidas, bajadas y pequeñas carreteras aisladas del mundo) recoge el testigo y hoy comienza con un recorrido que se ha convertido en clásico cada vez que la carrera española llega a Galicia. Hace tres años, los tres puestos encadenados con el Alto da Groba como punto álgido mandaron a casa a un tal Supermán López, que se bajó de la bicicleta a falta de 30 kilómetros para la meta.
El miércoles será el día de Padrón, con esa etapa que lleva el nombre de un apellido tan gallego como ligado al ciclismo: Cortizo. La empresa ya prepara una gran fiesta en la comarca del Sar para vivir un día de fiesta y el jueves, La Vuelta llegará a la provincia de Ourense, la que vio nacer a Carlos Canal, el único ciclista gallego en la cita y, además, con un papel destacado en las filas del Movistar como gregario de Mas. El de Xinzo podría ser un claro candidato a un triunfo de etapa, pero el bien del equipo está por encima de todo.
La traca final llegará el viernes con la etapa de Lugo que finaliza en Os Ancares, en su vertiente más dura, y que muchos apuntan como decisiva. Galicia nunca defrauda.