José Irisarri: «Nos estamos cargando una especie tras otra»

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

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El documentalista submarino vigués, premiado en San Sebastián por un vídeo sobre el declive en las Cíes

14 oct 2024 . Actualizado a las 11:38 h.

«Cuando era un niño, con 11 años, ya andaba con las gafas y el tubo acompañando a mis hermanos mayores que iban de pesca submarina por las playas de Canido y Cabo Estai». Esos son los primeros recuerdos de José Irisarri (Vigo, 1957) sobre sus inicios en el buceo. La ría de Vigo bajo las olas fue el primer paisaje que enamoró al documentalista submarino, que a los 16 hacía su primer curso con escafandra. «Empecé con el buceo autónomo y después, a sacar fotografías, primero con unos equipos muy rudimentarios y luego, cada vez mejores», recuerda el experto, que lleva 45 años haciendo imagen submarina viajando por todo el mundo. Sus otras aficiones son el surf y el windsurf, así que es difícil encontrarle fuera del agua. «Y en ello sigo hasta que el cuerpo aguante», asegura.

Aunque se formó como químico en la Universidad de Santiago y toda su vida profesional ha estado vinculado a empresas del sector pesquero, la pasión de este vigués de 67 años han sido siempre los océanos; y su empeño, su conservación. Irisarri atrapa con su cámara la belleza subacuática pero no se queda en la superficie. A través de sus películas denuncia la paulatina desaparición de ecosistemas y especies.

En su palmarés hay decenas de premios. El último lo acaba de recibir en el Ciclo Internacional de Cine Submarino de San Sebastián, el Cimasub 2024, por el documental Islas Cíes: biodiversidad amenazada. En el filme, que ha colgado en abierto en su canal de YouTube para que todo el mundo lo vea, le bastan menos de 6 minutos para contar cómo y quiénes se están cargando ese tesoro del Atlántico. Con la pesca submarina empezó a finales de los años 60 y con las inmersiones en la ría, a mediados de los 70. Desde entonces ha habido cambios que ha visto in situ. «El calentamiento de la temperatura del agua está constatado científicamente en cerca de un grado y medio, que en el medio marino es mucho, afecta a las especies marinas y propicia fenómenos como la tropicalización, con la llegada de variedades de otras latitudes y una regresión en algunos tipos algas», señala lamentando que el declive «en algunos casos, en la práctica, roza la desaparición y en otras, lleva una tendencia muy preocupante a largo plazo».

En las primeras imágenes de su premiado filme sobre las Cíes, Irisarri, en voz en off, narra cómo el archipiélago, joya del Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia, se esconde un ecosistema único habitado por más de 6.000 especies y recuerda las grabaciones realizadas a finales de los años 50 del grupo de submarinistas comandado por el periodista, escritor y arqueólogo submarino belga Robert Sténuit, que no hallaron oro ni plata ni los galeones que venían a buscar, pero sí se fotografiaron con langostas en las manos. Eso, Irisarri ya no lo vivió. «Es un símbolo. Cuando yo nací, la langosta era abundante en la costa gallega, en Ons, en las Cíes, en A Guarda... y treinta años más tarde no hay nada. Yo nunca he visto una langosta en las Cíes y me he sumergido en los mismos arrecifes que Robert, que aún vive».

Robert Sténuit, en los años 50 con dos langostas pescadas en la Ría de Vigo
Robert Sténuit, en los años 50 con dos langostas pescadas en la Ría de Vigo Cedida por la familia de Robert Sténuit

El vídeo del vigués subraya que en el lapso de pocas generaciones estamos contribuyendo a la desaparición de especies en el mar de Galicia. Esa tendencia es la que cree que habría que intentar revertir y explica cómo: «Estableciendo áreas marinas protegidas para que la biodiversidad se desarrolle sin la injerencia humana, que es algo que se ha hecho en muchas zonas de España. En el Mediterráneo y Canarias hay doce. En el Parque Nacional de Cabrera no se puede practicar ningún tipo de actividad pesquera y, sin embargo, aquí tenemos un parque que solo tiene un área protegida de un 0,4 % cuando el resto oscilan entre 15 y 30 %. No es suficiente, en Galicia no estamos tomando medidas adecuadas, por eso cada vez hay menos pulpo o menos cigala», avisa.

«Nos estamos cargando una especie tras otra con una actividad insensata e insostenible», denuncia, y le da la risa cuando se le plantea que su obra deberían pasarla en los colegios. «¡No, los niños no pueden hacer nada! Me preocupa que, en veinte años, los que nazcan ya no vean nunca pulpos o sanmartiños o santiaguiños o las caracolas Charonias por aquí». Irisarri indica que quien debe ver su vídeo «es la Consellería de Pesca, el director del parque nacional, el ministro de Agricultura y Pesca, directores de medios de comunicación, el rector de la universidad.... Es pasmoso. No hay reacción. Solo se les ocurre subir el precio del camarón hasta que no quede ninguno», denuncia.

El realizador señala que llamar artesanal a la pesca de bajura «es un fake. Los barcos van equipados con tecnología puntera y algunos son capaces de acabar con todo». Su documental se verá en noviembre en el Festival de Cine Submarino de Vigo.