La pareja que lleva 25 años dando la chapa

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO

M.Moralejo

La afición por el rock, el cómic y la serie B llevó a los vigueses Roberto Argüelles y Jacobo Pérez, Astroboy, a crear diseños para adornar solapas ochenteras que hoy siguen triunfando como soportes comerciales

06 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La chapa, objeto fetiche de los 80 (no había mercadillo ni solapa a la última sin ellas), nunca se fue del todo. Lo saben bien Roberto Argüelles y Jacobo Pérez, ya que en el 2000 ambos crearon Astroboy, una empresa dedicada a hacerlas. Arrancaron un 14 de febrero, «que fue cuando dijimos ‘hoy empieza todo', y hemos seguido celebrando el Día de los Enamorados cada año», afirman, igual de ilusionados. La pareja artística ha cumplido 25 años en plena forma.

Los vigueses empezaron «reciclando materiales de otras chapas y pintándolas nosotros. No había mucha gente que se dedicara a esto y vimos ahí la oportunidad. Al principio arrancamos casi de broma, para nosotros y cuatro amigos más, sobre todo amigos con bares a los que les hacíamos chapas en sus aniversarios. Todo era muy artesanal y ahora lo sigue siendo, porque lo hacemos todo a mano», explican los vigueses creadores de Astroboy, unidos por su pasión por el rock & roll, los cómics y las pelis de serie B, entre otras muchas cosas.

Como recuerdan, los inicios fueron muy «en modo DIY (hazlo tú mismo) con látex, fotocopias y reutilizando material que tenían, hasta que se hicieron con su primera máquina, comprobaron que había demanda, empezaron a recibir encargos y fueron creciendo poco a poco por el boca a boca. Desde entonces no han parado de producir chapas, pero también espejos e imanes, para clientes de toda la península y buena parte del extranjero: particulares, bandas, locales y empresas. Más de 300.000 chapas han salido ya de sus instalaciones a lo largo de este cuarto de siglo, con una media entre las 10.000 y las 15.00 al año. Los vigueses decidieron llamarse Astroboy Badges (luego Astroboy Merch) en homenaje al personaje de animación japonesa, del que eran fans, y que por aquel entonces no era muy conocido. Sus primeros clientes estaban en su área de influencia, básicamente, los hosteleros y músicos que se movían por el del barrio de Churruca, como Silvia Superstar, Billy King y otros muchos. Por eso, entre sus primeros trabajos están las chapas de locales ya desaparecidos como el Hanoi, o de otros que siguen abiertos y en buena forma, como La Casa de Arriba. «Si Roberto les hacía el cartel para algún concierto o una gira, aprovechábamos y les hacíamos también algo de merchan», cuenta Jacobo. Su compañero destaca que en la década del 2000 la chapa había dejado de ser ese icono que había sido en los 80 y los 70, que había sido sustituido por los pins, pero nosotros recuperamos un poco esa esencia y después de mucho buscar, encontramos una empresa en Cataluña que nos facilitó la maquinaria para el forrado de las chapas. Empezamos con una maquinita, luego compramos otra y ahora hacemos todos los tamaños, e imanes, espejos y abridores», enumera. Porque aunque las chapas son su principal reclamo, trabajan todo tipo de material publicitario, como camisetas, tote bags, parches y lo que les pidan. Argüelles el es diseñador gráfico y Pérez se ocupa de la parte comercial.

El negocio creció también debido a que la chapa tuvo una nueva vida como soporte publicitario. De repente recibían encargos de empresas, congresos, partidos políticos, restaurantes o del área por la que empezaron, como los festivales de música en España, «y por ejemplo, ahora, acabamos de hacer un proyecto para una empresa de Berlín que lleva un festival de música y al mismo tiempo es un sello discográfico», cuentan.

«No somos presumidos, pero hay cosas que nos enorgullecen. y tenemos muchos clientes que nos dicen que quedaron encantados con el trabajo, la rapidez, la calidad y el servicio», aseguran mientras siguen «perforando chupas y trabajando a tope». No tiene tienda física, pero se puede contactar con ellos y seguir su trabajo en Instagram @astroboymerch y ver algunas de sus piezas en tiendas como Honky Tonk Discos en Vigo, o Chopper Monster en Madrid, encantados de darnos la chapa.

Coleccionismo y ecología

La chapa es también un objeto de deseo para coleccionistas y los creadores de Astroboy destacan ejemplos como el del bar La Pecera, en Vigo, que son sus clientes y en cada aniversario les encargaban una chapa. Ahora, en el local tienen un cuadro en el que tiene las de cada año. Por otra parte, destacan cosa que han cambiado, por ejemplo, una forma de trabajar más ecológica en la que han eliminado el plástico con el que antes se forraban las chapas. «Ahora los hacemos con un acabado soft touch, con materiales más respetuosos con el medio ambiente».