En Cangas nace la primera plataforma antidesahucios y un niño porriñés logra un empleo para su padre
26 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.No fue el párroco quien se había apropiado de las joyas de Padróns, en Ponteareas. No. La policía detenía en agosto a otra persona acusada del robo por cuya causa se había movilizado toda la parroquia. Meses antes, el Ministerio de Fomento cerraba el túnel de A Cañiza, cortando la autovía A-52, durante varios meses. Los usuarios se veían obligados a volver a subir Fontefría.
En Mondariz, la Xunta de Galicia abría un expediente a una empresa por dañar petroglifos en un monte. Y un paso más, llegando a la condena, lo dio la Unión Europea por la mala gestión de las aguas residuales realizada por Tui, Baiona y Vigo.
La Voz de Galicia explicaba en el mes de abril el enfrentamiento mantenido por las mariscadoras de Moaña y Vilaboa en la zona de Rande. La Xunta autorizó las actividades a las primeras, pero tuvo que garantizarles protección ante la oposición de las segundas.
La crisis económica también golpeó toda la zona. En Redondela un suministrador de Seat despedía a doscientos empleados y se trasladaba a Rumanía, donde los costes laborales eran más baratos. Y en la siempre reivindicativa Cangas nacía la primera plataforma gallega contra los desahucios como medidas de apoyo a las personas más castigadas por la crisis económica.
Claro que siempre están las buenas intenciones, y un poco de ingenuidad, de los niños para hacerle frente. Ocurrió en O Porriño, donde un niño conseguía que el alcalde Nelson Santos recibiese a su padre, para quien pedía trabajo.
Otro alcalde, José Manuel Domínguez Freitas, en A Guarda, se empeñó en ralentizar el mandato de derribo de varias casas del municipio, al entender que sus propietarios cumplieron todas las normas. Claro que esa actitud le supuso una lluvia de multas de 600 euros al mes. Hay otros alcaldes a los que los concejales de su propio partido le retiran el sueldo, como ocurrió en Oia. Incluso, los hay, como Moisés Rodríguez en Tui, que obligaban a los ediles que tenían dedicación exclusiva a fichar.
Ramón Antonio Gerardo Estévez, artísticamente conocido como Martin Sheen, visitaba en Salceda de Caselas la casa que había pertenecido a su padre. Se encontraba en Galicia preparando el rodaje de The Way, la película sobre el Camino de Santiago.
El 25 de agosto llegaba a Baiona Diogo, un niño portugués al que le faltaba un brazo. Desde las páginas de La Voz de Galicia se apoyó una campaña solidaria para recoger tapones de plástico. Con ellos, una empresa pagaría la prótesis para el niño.
Menos halagüeño para el futuro del área metropolitana fue la salida de Baiona y Nigrán de la Mancomunidad de Vigo. Otros ayuntamientos, dirigidos por el PP, no veían con buenos ojos la dirección de Abel Caballero.
En Cangas se acababa el año con un descomunal incendio que dejó reducida a cenizas la fábrica de conservas Lago Paganini. Aún con los restos humeantes, el propietario se puso a buscar una nave donde poder continuar la producción.