O Porriño-Vigo, la gran oportunidad para los velocistas en O Gran Camiño

Pablo Penedo Vázquez
Pablo Penedo REDACCIÓN / LA VOZ

O PORRIÑO

ALBA PÉREZ

Óscar Pereiro desgrana una primera etapa rompepiernas con posible final en esprint

24 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La calle Antonio Palacios de O Porriño ha sido la elegida por la organización de O Gran Camiño para el pistoletazo de salida de una carrera llamada a resituar al ciclismo gallego en el mapa del gran pelotón profesional. Una elección en línea con el propósito de los responsables de la ronda galaica de entroncarla con la Volta a Galicia de finales del siglo pasado. En el caso de la primera de las cuatro etapas de O Gran Camiño, convirtiendo la jornada inaugural en una suerte de homenaje a las grandes plazas del ciclismo en la provincia de Pontevedra, explica Óscar Pereiro.

El ganador del Tour de Francia del 2006 fue el encargado de acabar de pulir el trazado de 165 kilómetros entre O Porriño y Vigo, con paso por As Neves, Salvaterra do Miño, Tui, Tomiño, O Rosal, Oia, Nigrán y Redondela. Pereiro desentraña lo que le espera al pelotón. Poniendo por delante que «desde a organización esperamos que a etapa se defina ao esprint».

Que nadie se lleve a engaño. Final masivo, de llegar a haberlo, ni mucho menos resulta sinónimo de etapa tranquila. Porque eso es algo que cualquiera que haya recorrido la comunidad sabe imposible. «É unha etapa típica de Galicia, bastante rompepernas», cuenta Pereiro. Con un primera parte en la que «o terreo ondulado das estradas vai permitir algunha escapada», a la que sucederá un tramo intermedio «chan, propicio para a persecución», entre Tui y Nigrán; esto es, entre los kilómetros 50 y 117, con final entre la segunda de las dos metas volantes de la jornada y el inicio de la ascensión a la primera de las dos dificultades en alto de tercera de la etapa, coronada en el kilómetro 124 en Chandebrito.

A partir de ahí, y con 2,2 kilómetros escasos de subida al CUVI (km. 136), se abre una zona de transición que debería permitir a los equipos con velocistas, explica Pereiro, empezar a preparar una llegada masiva a partir de Redondela, a 15 kilómetros de meta. Con unos últimos 5.000 metros por el centro olívico con final en la calle Policarpo Sanz diseñados para «unha chegada o menos perigosa posible nunha cidade do tamaño de Vigo», concluye Pereiro.