«Templanza e inquietud por conocer y no contar los años», es la recomendación de Pilar para llegar al siglo de vida como ella, que calceta, lee y hace crucigramas a diario
06 nov 2024 . Actualizado a las 10:25 h.Este año la empresa Telefónica cumplió 100 años. Lo lleva conmemorando todo el 2024. María del Pilar Martín Abal también nació en 1924, en concreto, el 12 de octubre cumplió su primer siglo de vida. Una mujer increíble que trabajó siempre en la citada empresa, en la sede que tenía en la calle San Andrés de A Coruña, en la actualidad abandonada. Llegó a encargarse de la inspección y formación de aquellas telefonistas de las centralitas cableadas. Pilar es una chica del cable de la misma edad que Telefónica, que este año le tributó un homenaje. Hija de guardia civil, no se casó y no tuvo hijos, con lo que su familia son sus sobrinos y sobrinos nietos, que en las últimas horas organizaron una fiesta en la residencia donde vive. En realidad fueron varios días de celebración porque no todos los descendientes pudieron estar juntos al mismo tiempo. Ella está en condiciones de salir, pero prefiere quedarse en el Hogar Residencial Parque Zapateira donde vive (antes lo hacía en la calle Orquesta Sinfónica de Galicia, en el centro de A Coruña). Ahí la tienen, fotografiada por una sobrina nieta el día de su 100 cumpleaños, como Telefónica.
EL SECRETO DE LA LONGEVIDAD
Pilar es una persona maravillosa. De esas que contesta con humor a cualquier pregunta. Por ejemplo, te interesas por el secreto de la longevidad, de cumplir un siglo y estar tan bien, y ella te responde como si nada: «Mi recomendación es no contar los años», y zanja el asunto. Sus cien años los aprovechó muy bien. Maestra nacional, viajera incansable y lectora ávida, todavía hoy en día. «Le interesa toda obra literaria, pero ama sobre todo la poesía», destaca una sobrina. Todavía conserva el ejemplar del año 1924 de una enciclopedia que su padre le compró como «primer y peculiar regalo de nacimiento y que resultó ser premonitorio de su curiosidad en la vida», aseguran. Le vuelven a preguntar por algún truco que se pueda hacer para llegar a los 100 años y ella responde: «Templanza e inquietud por conocer». Esta respuesta parece más seria que la otra, pero con Pilar nunca se sabe. Además de leer todo lo que cae en sus manos, es una consumada especialista en completar crucigramas. No se le resiste ni uno. Y a sus 100 años, tantos como Telefónica, calceta sin parar y se hace sus propias chaquetas. La de la fotografía es un regalo que le hicieron, no es de las suyas. Una mujer que no cuenta los años y así se mantiene joven. Una telefonista y responsable de la formación de las denominadas chicas del cable que te cuenta mil y una historias. Cien años después de su fundación, la empresa en la que trabajó ya no vive de las conferencias, de los pasos o de las cabinas, pero Pilar y otras muchas como ella contribuyeron a que ahora sea lo que es. Debe de ser una maravilla llegar al siglo de vida tan bien, con el cariño de la familia y con la capacidad de leer, calcetar y seguir aprendiendo. Eso sí, la telefonista que tiene tantos años como Telefónica no tiene móvil. «Podemos hablar con ella en cualquier momento llamando a la residencia», apunta Belén, su sobrina nieta.