Roscón gallego
Un bizcocho versátil que hará las delicias hasta de los menos golosos. Perfecto para un desayuno o como postre. ¡Lo mejor es que solo lleva tres ingredientes!
- Preparación00:45
- Cocinado00:15
Este bizcocho, cuya receta se publicó en el libro Cocina gallega de Álvaro Cunqueiro, es típico de la comunidad. Y sin duda, se trata de una de las maneras perfectas para perderle el miedo a la repostería, porque no requiere de infinidad de pasos, como otras elaboraciones, ni una retahíla enorme de ingredientes (de hecho, todo lo contrario). Además, no lleva mantequilla, con lo que puede considerarse un placer menos culpable que otros dulces.
La versatilidad es otra de sus grandes virtudes ya que su suavidad hace que sea muy agradable para tomar en el desayuno (perfecto acompañado de un café), y es una opción válida para los niños como sustituto de repostería industrial, tanto para las mañanas como para tomar en la merienda.
- 6 huevos
- 120 gramos de azúcar
- 150 gramos de harina tamizada
- Opcional: mantequilla para untar el molde
Precalienta tu horno a 180ºC con ventilador o calor arriba y abajo. Separa las claras de las yemas, pesa el resto de ingredientes y reserva.
Monta las 6 claras con el azúcar. Añade las yemas a las claras montadas de una en una hasta que estén bien integradas. Pasa el merengue a un bol amplio.
Incorpora la harina tamizada (ayúdate de un colador) poco a poco y mézclala con movimientos envolventes, con mimo para que no se bajen las claras. Cuando esté lista la masa, vuelca sobre un molde (de unos 22 centímetros de diámetro) untado con mantequilla con cono central -tipo AngelFood- y hornea 45 minutos a 160°C con ventilador.
Para desmoldar, una vez frío, pasa un cuchillito por los bordes y decora al gusto.
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